Conocer el suelo
Y estas son las tres características del suelo que nos quedan por estudiar:
5. Materia orgánica (humus).
6. Nutrientes (nitrógeno,
fósforo, potasio, etc.).
7. Salinidad.
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5.
MATERIA ORGÁNICA (HUMUS)
Materia
orgánica
Cuando
se dice "la materia orgánica
de un suelo" nos estamos
referiendo al humus que contiene.
En un suelo hay más materia
orgánica que no es humus:
restos de hojas a medio descomponer,
insectos, hongos y bacterias,
el compost recientemente incorporado,
etc.
¿Qué es el humus?
Para entenderlo,
un ejemplo. Cuando cae una hoja
al suelo esa hoja es inmediatamente
atacada por hongos y bacterias
e inician su descomposición.
El resultado es:
Un porcentaje de la hoja se
convierte en nutrientes minerales
(nitrógeno, fósforo,
potasio, etc.) que pueden ser
tomados directamente por las
raíces.
Y otra parte de esa hoja se
transforma en humus.
Lo mismo ocurre con cualquier
otra materia orgánica
que adicionemos al suelo, por
ejemplo, el estiércol,
un compost, etc.. Son atacados
por los microorganismos y hay
producción de humus por
un lado y producción
de nutrientes minerales para
las plantas por otro.
Por
dar un número y recalcar
el tema anterior. Si esa hoja
pesa 2 gramos, puede ser que
se convierta en humus 0,1 gramos
y el resto en minerales.
Con
los años, ese humus nuevo
formado, también se transformará
en minerales, pero mucho más
lentamente. Terminará
por desaparecer como humus,
pero después de más
de 3 años.
Hojarasca
en suelo
El
humus es una sustancia muy especial
y beneficiosa para el suelo y
la planta. Tiene unas cualidades
que aporta diversos beneficios:
1.
Agrega las partículas
y esponja el suelo, mejorando
por tanto su estructura.
2.
Retiene agua y minerales
y así no se lavan y pierden
en profundidad; igual que hace
la arcilla.
3.
Aporta nutrientes minerales
lentamente para las plantas
a medida que se descompone (nitrógeno,
fósforo, potasio, magnesio,
etc.).
4.
El humus tiene otros beneficios
menos estudiados pero muy interesantes.
Produce activadores del crecimiento
que las plantas pueden absorber
y favorece la nutrición
y resistencia: vitaminas, reguladores
de crecimiento (auxinas, giberelinas,
citoquinicas) y sustancias con
propiedades de antibióticos.
Las
raíces, indudablemente,
se encuentran mejor en un suelo
rico en humus que en uno pobre
en esta sustancia.
Horizonte
de un suelo rico en humus
¿Cómo
sé la cantidad de humus
que tiene mi suelo?
Tomando
en la mano un poco de tierra,
por la estructura que
tiene y el color, se
puede ver más o menos
si es rica en materia orgánica
o no. Para esto hay que tener
alguna experiencia viendo suelos,
claro está. Pero el método
más preciso es llevando
una muestra de suelo a analizar
a un laboratorio. Te dirán
el valor exacto. Por ejemplo:
este suelo tiene un 1,7% de
materia orgánica. Quiere
decir que por cada 100 kilos
de tierra, hay 1,7 kilos de
humus (repito que decir materia
orgánica es decir humus).
Determinación
de laboratorio
La
mayoría de los suelos cultivados
tienen entre un 1 y un 3% de humus.
La arena de la playa es muy pobre
en humus, no llega al 1%. En el
extremo opuesto, el suelo de un
bosque, puede ser muy rico y superar
el 5% de humus.
En
agricultura se hacen análisis
de tierras y uno de los datos
que siempre se determina es
el de la materia orgánica
(humus). Si sale un valor
muy bajo es más que recomendable
hacer un plan de mejora para
aumentarla, mediante, por
ejemplo, fuertes estercoladuras
durante varios años seguidos.
Aumentar
el nivel de materia orgánica
de un suelo exige tiempo, se
hace poco a poco. De la noche
a la mañana no se puede
pasar de un 1% de humus al 2%;
esto se consigue a lo largo
de una serie de años.
Hay
datos de cuánto humus
se puede obtener de cada material.
Hablando del estiércol,
más o menos un 10% de
lo que se echa se convierte
en humus. Si echas 10 kilos,
obtienes 1 kilo de humus.
Cada
especie vegetal tiene
sus propias preferencias
en cuanto a suelo con
más o menos materia
orgánica. Hay unas
que gustan de un suelo
rico, otras normal y otras
que, incluso, prefieren
un suelo pobre en humus
(por ejemplo, la vegetación
del desierto).
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6.
Nutrientes (nitrógeno,
fósforo, potasio,
etc.).
7.
Salinidad.