Textura del suelo


 

SUELOS ARCILLOSOS


Suelo arcilloso

 

• Drenaje

Los suelos arcillosos suelen tener un mal drenaje, es decir, se encharcan, incluso durante días, si te pasas con el riego o llueve mucho. Aunque no todos los suelos arcillosos drenan mal. Este es un gran problema, sobre todo en las zonas bajas, que es donde se acumula más agua. La mayoría de las plantas se pudren en estas condiciones.

 


Suelo encharcado



Para mejorar un mal drenaje, puedes hacer lo siguiente:

1. Instalar tubos de drenaje

Es lo más eficaz. Se hace colocando tubos corrugados perforados especiales para este fin a unos 40-50 centímetros de profundidad, en zanjas de 50 cm. de ancho y separadas 2 ó 3 m. Dispones estos tubos en paralelo, conectándolos todos a uno que haga de colector principal y evacúe el agua. Puede estar éste en el centro (tendríamos una disposición en espina de pescado) o en un lateral.

Pones en el fondo de las zanjas una capa de grava (8-10 cm.), después los tubos sobre ella, otra capa de grava sobre dichos tubos (20-25 cm.) y sobre ésta capa una tela geotextil, para que no entre la tierra en la grava pero sí el agua. Finalmente completas con tierra (25-30 cm.) a poder ser mezclada con arena.

2. Crea pendientes

Evita que se acumule agua tanto de lluvia como de riego en determinadas zonas moldeando el terreno para que escurra hacia fuera de la zona donde haya plantas y allí se recoja ese agua con una canaleta.

3. Aportar arena

Aumenta la porosidad del suelo. Lo más frecuente con arena son unos 2 ó 3 metros cúbicos por cada 100 m2 de superficie. Cuanta más, mejor. Piensa que los céspedes de campos de fútbol están casi sobre arena pura.

4. Aporta materia orgánica al suelo

 


La materia orgánica (estiércol, mantillo, turba, etc.) esponja, airea, da una buena estructura al suelo y mejora la infiltración de agua. Si acompañas a la arena con esta materia orgánica, mejor que mejor.

5. En los suelos arcillosos hay que controlar mucho el riego. Se encharcan rápido.

6. Para el césped, elimina el 'fieltro' , que es una capa fina de 2 ó 3 cm. que se forma en la superficie del suelo con los restos de hierba y raíces y se hace impermeable, dificultando mucho que pase el agua hacia abajo. Es preciso eliminarla haciendo ESCARIFICADOS (mínimo 1 al año, en primavera). Aparte del fieltro, el mismo pisoteo con los meses y los años, va compactando el suelo. Un suelo compactado tiene un mal drenaje. También es muy bueno PINCHAR el suelo. Hazlo todos los años 1 ó 2 veces al menos y receba con una mezcla de arena y turba a razón de 1,5 m3 de la mezcla por cada 100 m2.

• Abonado

Una cosa muy buena que tienen los suelos arcillosos es que almacenan muchos nutrientes minerales; tienen "grandes bolsillos". En los suelos arenosos se lava en profundidad el nitrógeno, potasio, microelementos, etc., con el agua de lluvia y riego, pero los suelos arcillosos los retienen mucho mejor, se quedan "pegados" a la arcilla. Puedes aportar más cantidad de una vez porque perderás mucho menos fertilizantes que si fuera uno arenoso, en que tienes que repartirlo en más veces. Pero los nitratos sí que se lavan en ambos tipos de suelos: arenosos y arcillosos.

• Laboreo

Un suelo arcilloso lábralo en profundidad y cuando tenga un buen tempero, es decir, con una cierta humedad, ni muy seco, ni muy mojado.

• Plantación

En el momento de plantar, aporta una buena cantidad de mantillo o de turba, para esponjar el suelo y airearlo. Si además le echas arena de río, mezclándolo todo bien, ganará más.

• Elección de especies

Para un suelo arcilloso hay especies que resisten mejor sus condiciones asfixiantes. Consulta esta lista.

SUELOS ARENOSOS

 

Estos suelos se secan muy pronto y hay que regar bastante. No almacenan el agua como los arcillosos. Consecuencia práctica: riega con poca cantidad pero con más frecuencia. El riego por goteo en suelo arenoso es ideal.

• En un suelo arenoso es más difícil para una planta aguantar la sequía que en uno arcilloso. Pero eso depende de la especie. Fíjate por ejemplo, los árboles, las palmeras y todo tipo de plantas que crecen en desiertos arenosos o en la misma playa, donde hay hierbas y arbustos adaptados a vivir en esos suelos de arena casi estériles.

• Al igual que ocurre con el agua, tampoco retienen bien los nutrientes minerales que necesitan las plantas. La lluvia y el riego los lava de la zona de las raíces, perdiéndose en profundidad. Consecuencia práctica: usa siempre que puedas fertilizantes de lenta liberación en lugar de los minerales solubles tradicionales, para que se vayan disolviendo poco a poco y se pierda lo menos posible. Si tienes un suelo arenoso, abona mejor con pequeñas cantidades y frecuentemente que mucho de golpe.

• Además el suelo arenoso es pobre en nutrientes minerales, hay que abonar más que en uno arcilloso que suele tener más reservas.

• Tienen de positivo que las raíces disfrutan de una buena aireación por la mayor porosidad existente.

El drenaje también suele ser muy bueno (piensa en el caso de la arena de la playa), a no ser que debajo de la arena haya una capa de arcilla. Para plantas que necesitan un buen drenaje son muy buenos, a condición de que no le falte el agua. Los céspedes, muchas plantas mediterráneas, cactus y crasas, por ejemplo son plantas que les va bien un suelo arenosos, puesto que no soportan el exceso de agua que se da con frecuencia en los suelos pesados, de arcilla. En el caso de los céspedes, los de campos de fútbol, a veces, están sobre arena casi pura.

• Si la tierra es excesivamente arenosas, puedes mejorarla añadiendo unos 100 kilos por cada 100 m2 de turba, e incluso, algo de tierra arcillosa.

Seguiremos con las demás características de la lista:

1. Textura
2. Profundidad
3. PH

4. Caliza
5. Materia orgánica
6. Contenido en nutrientes minerales
7. Salinidad




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