Jardines y terrazas: cultivo
(II)
1.
Luz
2. Viento
3. Humedad del aire
4. Sustratos
5. Riego de macetas
6. Abono para macetas
7. Limpiar las plantas
8. Aireado
9. Poda
10. Plagas y enfermedades
11. Cambio de maceta
6.
Abono para macetas
En
un espacio tan pequeño
como es el de una maceta
hay que prestar mucha
más atención
al riego y al abonado
de las plantas que están
en el suelo.
Los
sustrato, en general,
son pobres en elementos
fertilizantes. Además,
el agua sobrante que sale
por el agujero de drenaje
se lleva nutrientes
y lo va empobreciendo
poco a poco.
Como orientación,
aporta fertilizantes
líquidos cada 15
días desde marzo
a octubre añadiéndolo
en el momento de regar;
el resto del año,
una vez al mes. Usa
también fertilizantes
de lenta liberación.
Los primeros son consumidos
rápidamente, mientras
que los segundos duran
varios meses porque se
van disolviendo poco a
poco.
Los
fertilizantes ricos en
potasio (K) estimulan
la floración.
Añade a la tierra
de la maceta posos
de café mezclados
con un poco de azúcar
para acidificar. A las
plantas como la Azalea,
Camelia o el Rododendro
que necesitan tierra ácida,
les viene bien.
Ojo con los excesos de abono
que son bastante habituales
en macetas. La sobredosis
causa más daño
a las plantas que el no
fertilizar nada, se "queman"
las puntas de las hojas.
7. Limpiar las plantas
Limpia el polvo de las
hojas con regularidad
dándole una ducha
de agua.
Si
tienen manchas producidas
por la cal del agua,
frótalas con un
paño humedecido
en vinagre y luego acláralas
rápidamente, a
poder ser con agua mineral,
agua destilada o de lluvia.
Para
quitar las manchas
de cal de las macetas
frótalas con un
poco de arena fina.
8. Aireado
El substrato con el tiempo
se compacta y se convierte
en un "mazucote".
Usa un tenedor o un pincho
para aflojarlo. Hazlo
una vez al mes o cada
15 días más
superficialmente , rompiendo
la costra sin dañar
las raíces. Es
importante esta operación.
9. Poda
Corta las flores
que se vayan marchitando;
estimulará que salgan
más.
Recorta
de forma periódica
las hojas enfermas o secas
y las ramas mal posicionadas.
10. Plagas y enfermedades
Inspecciona con regularidad
las hojas para descubrir
la presencia de parásitos
o indicios de cualquier
enfermedad. Trata
con productos si hay necesidad.
Los hongos, tratamientos
preventivos (el Oidio
se controla bien si ya
está en la planta).
Las plagas trátalas
a los primeros síntomas
(la Mariposa del Geranio
sistemáticamente
cada 20 días).
Si
detectas una planta enferma
afectada, lo ideal sería
aislarla del resto para
que no se propague el
mal.
11.
Cambio de maceta
Cada
año o cada dos
años, según
la especie, cambia la
maceta por una un poco
más grande. Esto
provocará un crecimiento
frondoso. Con más
volumen de tierra, más
crece.
Si
no la cambias a una maceta
mayor es muy conveniente
sustituir el compost
de la capa superior de
tierra (entre 2 y
4 cm) por otro fresco.
¿Cómo
saber si una planta necesita
un cambio de tiesto o
no?
- Con una poca experiencia, viendo el tamaño que ha adquirido el ejemplar y el que tiene el tiesto, se ve claro si "pide" uno mayor o no.
- Si notas que una planta no crece, seguramente necesite un cambio de maceta.
- Si las raíces se ven salir por el agujero de drenaje del tiesto: cambio.
- Si
intentas sacar el cepellón
de la maceta y se resiste
a salir es que sus raíces
se están presionando
contra la pared de la
maceta: cambio.
Comprueba siempre que el nuevo recipiente tiene un agujero de drenaje para que la planta no se ahogue. Si no, hazlo. Cubre el agujero o agujeros con trozos de maceta rota o de grava y no se taponará.