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CONSEJOS SOBRES SUELOS, SUSTRATOS
Y ABONOS
Conocer
bien el suelo es muy importante.
Aquí tienes 45
'tips' sobre sus características
y fertilización.
Textura
1.
Los suelos arenosos
drenan muy bien, no se
encharcan, pero tienen
el inconveniente de que
se secan demasiado pronto
y hay que regar y fertilizar
con bastante frecuencia.
Suelo arcilloso
2.
Los suelos arcillosos
se caracterizan por ser
pesados de labrar, con
tendencia a compactarse
y a drenar mal, es decir,
que se encharcan con las
lluvias o con el riego.
Positivo es que son ricos
en nutrientes (tienen
amplios "bolsillos").
3.
Para mejorar ambos
tipos de suelos se utiliza
el mismo remedio: aportar
materia organica,
por ejemplo, estiércol.
La materia orgánica
da cohesión a los
suelos arenosos y esponja
a los arcillosos.
4.
Si añades estiércol,
aporta 2 kg/m2; si añades
turba, 0,5 a 1
kg/m2. Si el suelo es
muy arcilloso, además
de la materia orgánica
también es recomendable
distribuir arena de
río, entre
15 y 30 Kg/m2.
Materia
orgánica
5.
La materia orgánica
en el suelo (estiércol,
mantillo, hojas, etc.)
es atacada por los microorganismos
y una parte de su peso
se transforma en humus.
6.
El humus es
muy beneficioso por varias
razones: airea el suelo,
mejora la capacidad de
retener agua, la vida
microbiana y libera nutrientes
para las plantas a medida
que se descompone con
los años.
7.
Puedes fabricar abono
en tu jardín, el
llamado compost casero.
Las hojas de rosal no
las añadas porque
quizás lleven hongos.
Al final de la pila pon
una capa de ramas o de
paja y añade un
activador biológico
para acelerar la formación
del compost.
8.
Las cenizas de
madera sirve como
abono: contiene Potasio
(K), uno de los 13 nutrientes
esenciales que toman todas
las plantas del suelo.
9.
Las lombrices de
tierra aportan un
magnífico abono
con sus excrementos; además
crean canales de aireación
en la masa de la tierra.
PH
10.
- Si el pH del suelo
es menor de 6,5, se trata
de un suelo ácido.
- Si está comprendido
entre 6,5 y 7, el suelo
es neutro.
- Si es mayor que 7, el
suelo es alcalino.
11.
El pH óptimo
para la mayoría
de las plantas está
entre 6 y 7.
12.
El pH influye en la disponibilidad
de nutrientes, es
decir, que si es muy alto
o muy bajo escasearán
ciertos elementos o habrá
otros en exceso, lo cual
también es perjudicial.
13.
Algunas plantas prefieren
suelos con pH alrededor
de 5,5, es decir,
ácidos: Azalea,
Rododendro, Gardenia,
Hortensia, Camelia, Brezo,
etc.
Hortensia
14.
Si quieres cultivar
este tipo de plantas acidófilas
en terrenos con pH alcalino,
es decir, mayor de 7,
deberás bajarlo
previamente a un valor
entre 5 y 6. Además,
será necesario
aportar quelatos de Hierro
y otros microelementos
para corregir las probables
deficiencias de nutrientes:
Hierro, Zinc, Manganeso...
15.
Para bajar el pH se
puede usar Azufre en
polvo (el efecto es
lento, entre 6 y 8 meses.
Aporte de 150 a 250 g/m2);
turba rubia mezclada
con el suelo, que es muy
ácida; sulfato
de Hierro o el sulfato
de aluminio (sólo
para Hortensias). Las
proporciones aproximadas
son de 1 a 3 gramos de
sulfato por litro de agua.
16.
El riego con agua dura
o calcárea eleva
el pH de los substratos,
lo cual perjudica a las
plantas acidófilas.
Deberás acidificar
el agua antes de regar
este tipo de plantas,
por ejemplo, con ácido
cítrico, y
efectuar un aporte de
microelementos que pueden
faltar: Hierro, Manganeso,
Boro y Cobre.
17.
En el caso contrario
de un suelo muy ácido,
para subir el pH se emplea
caliza molida.
Se extienden y se mezclan
bien con el suelo.
18.
El convertir un suelo
ácido en alcalino
es relativamente fácil
mediante encalados, pero
un suelo alcalino llevarlo
a neutro o ácido
es mucho más difícil
y hay que repetir las
aplicaciones porque tiende
a neutralizarse.
Salinidad
19.
En las macetas, la
aplicación continua
de fertilizantes es peligrosa:
el sustrato termina
salinizándose.
20.
El síntoma
son eflorescencias
blancas de sal en superficie;
las plantas crecen menos;
las hojas más bajas
amarillean y se aprecian
quemaduras en la punta
y borde foliar.
21.
Es bueno tener un
medidor de salinidad para
comprobar cada cierto
tiempo el contenido en
sales del sustrato. Cuestan
entre 50 y 100 euros.
22.
Si el agua es salina,
descártala para
el riego.
23.
Si el agua es ligeramente
salina, elige plantas
tolerantes a la sal; riega
con un poco más
de agua para que vaya
lavando sales y cada 5
meses lava el sustrato
a fondo echando abundante
agua para que arrastre
las sales fuera. Tras
un lavado fuerte deberás
reponer los fertilizantes
que necesita la planta
y que se habrán
perdido.
24.
A las plantas recién
compradas es conveniente
hacerles un lavado de
estas características
la primera vez que se
riegan porque pueden traer
exceso de sales.
Abonos
25.
Todas las plantas
necesitan tomar los siguientes
13 elementos: Nitrógeno(N),
Fósforo (P), Potasio
(K), Calcio (Ca), Magnesio
(Mg), Azufre (S), Hierro
(Fe), Manganeso (Mn),
Zinc (Zn), Boro (B), Molibdeno
(Mo), Cobre (Cu) y Cloro
(Cl).
26.
Los suelos tienen
de todos ellos, pero a
veces falta alguno (carencia)
y es necesario añadirlos
mediante fertilizantes.
27.
Los fertilizantes
reponen los nutrientes
extraídos por las
plantas y los perdidos
por lavados en profundidad
que arrastra el agua de
lluvias y el riego.
28.
Abonos orgánicos
son: estiércoles,
compost, basuras fermentadas,
turba, etc. Su acción
es lenta, pues proporcionan
Nitrógeno a medida
que las bacterias los
descomponen.
29.
Abonos inorgánicos
o minerales: se agrupan
en diversos tipos según
las sustancias que proporcionan:
nitrogenados, fosfóricos,
potásicos, complejos,
binarios, etc.
30.
Los abonos de
liberación lenta
están diseñados
para que el Nitrógeno
se vaya liberando poco
a poco, de forma continuada.
Suelen comercializarse
como abonos granulados,
barritas o pastillas.
31.
Los abonos líquidos
se mezclan con el agua
de riego. Generalmente
un poco cada 15 días
durante los meses de mayor
actividad de las plantas
(primavera y verano).
32.
Para macetas son
muy apropiados los abonos
líquidos.
33.
Los abonos foliares
se pulverizan sobre las
hojas y sus nutrientes
penetran hasta la savia.
No los use si existe riesgo
de lluvias (se pierde)
ni con mucho sol y calor
(riesgo de quemaduras).
34.
A la hora de usar
fertilizantes, lee detenidamente
las instrucciones de uso,
por ejemplo, las cantidades
recomendadas.
35.
Para la brotación
y el crecimiento las
plantas necesitan más
agua y más Nitrógeno.
36.
Las plantas con
flores, árboles
frutales y ornamentales
necesitan abonos ricos
en Potasio, si escasea,
habrá pocos frutos
y flores pálidas.
37.
No se deben aplicar
fertilizante minerales
en invierno; aunque sí
los abonos orgánicos
(estiércol, mantillo,
etc.).
38.
La manchas marrones
en las hojas o quemaduras
en los bordes puede ser
señal de un
exceso de fertilizantes.
39.
Es siempre preferible
abonar de menos que
de más, e ir
incorporando gradualmente
nuevos abonos.
40.
El riego localizado
por goteo probablemente
requerirá la aplicación
de micronutrientes (Hierro,
Manganeso, Boro, Zinc,
Molibdeno y Cobre), debido
a que las raíces
de las plantas exploran
un volumen de suelo limitado
por el bulbo del gotero,
cuyo contenido en oligoelementos
puede ser insuficiente.
41.
La fertilización
es más delicada
en macetas que en el suelo,
porque se pasa fácilmente
de la carencia por lavado
del riego al exceso.
42.
Los suelos arenosos necesitan
más Potasio porque
se pierde por lavado.
También los suelos
que se riegan mucho.
43.
La deficiencia de
Nitrógeno
provoca un crecimiento
lento y color verde amarillento
pálido, sobre
todo en las hojas más
viejas.
44.
El Hierro puede
faltar en los suelos de
pH alcalino (calizos).
Se manifiesta por hojas
amarillas permaneciendo
los nervios verdes; se
ve en las más jóvenes,
de los brotes.
Clorosis férrica
45.
El uso de quelatos
de Hierro es la forma
más eficaz de corregir
la clorosis férrica.