
Planificar los frutales en el jardín
Los
frutales son de las plantas más útiles
y prácticas que hay. Además de ser productivos
pueden ser muy decorativos proporcionando espectaculares
floraciones en primavera.
Si
dispones de una zona en tu jardín para ellos, podrás
cubrir las necesidades familiares de fruta fácilmente.
Cultivando con esmero, las cosechas serán abundantes
y crecientes año tras año.
Siempre
es un placer saborear los frutos frescos producidos por
uno mismo recién cogidos del árbol. Cultiva
algunos frutales y no te arrepentirás. Hay un muestrario
para elegir amplísimo (aunque tu clima te limitará,
lógicamente) y si plantas diferentes variedades
que produzcan escalonadamente a lo largo del año,
puedes tener frutas fresca casi continuamente. Mezcla
cultivares de maduración precoz, mediana y tardía
para prolongar la recolección.
Los
excedentes puedes congelarlos o almacenarlos en seco.
Entraremos
en todos los pormenores del cultivo frutal en estos artículos.
Para empezar, veamos qué cantidad plantar y
soluciones para jardines pequeños.
Tres
situaciones:
1. Hacer un huerto de frutales
Huerto
de frutales
Si
piensas cultivar muchos frutales, es mejor dedicarle
una zona concreta del jardín para ellos solos
y hacer allí un HUERTO DE FRUTALES.
Es preferible no sembrar hortalizas a sus pies
por la competencia que se crea entre las raíces,
pero también se puede hacer.
Durante
el invierno una vez que hayan perdido sus hojas, puedes
plantar guisantes y lechugas tempranas bajo los
frutales. También es posible cultivar especies
que no necesiten labores profundas como los ajos
y las fresas.
2. Un jardín de frutales
Cordones
en un parterre
Si
en lugar de todo un huerto de frutales te limitas a
unos cuantos ejemplares (caso más habitual) los
puedes integrar en el jardín como árboles
que tienen la doble condición de ornamentales
y productivos. Así, los puedes disponer de las
siguientes formas:
En grupos de varios ejemplares: perales, granados,
melocotoneros,...
Olivo
aislado
Plantados aislados: higuera, olivo, nogal,...
son árboles que se sitúan normalmente
en zonas destacadas del jardín. Un frutal añoso,
raro o podado ornamentalmente (pirámide) es un
fenomenal punto de interés.
Alineación
En paseos, a cada lado del camino, los árboles
de flores decorativas son los más indicados.
Están el almendro, el cerezo, el ciruelo y sobre
todo los cítricos.
Seto
Para hacer setos de estilo informal: perales, groselleros
o zarzamoras, preferiblemente en jardines rústicos.
Limonero
en maceta (Cortesía
de Fery Press)
Y como no, el cultivo en maceta de frutales pequeños.
Los más indicados son peral, manzano, ciruelo,
frambueso, grosellero, granado y cítricos. La ventaja
es que se pueden proteger del frío trasladándolos
a un lugar más cálido en invierno.
3. Frutales en jardines pequeños
Para
el caso de que tu jardín sea pequeño o
de que dispongas de poco espacio toma nota de estas
ideas:
Elige árboles injertados sobre patrones enanizantes
que dan lugar a un árbol de pequeño porte.
El manzano tiene patrones que te permiten ubicarlo en
cualquier espacio por pequeño que sea. En cualquier
caso, si dispones de una superficie pequeña lo
más recomendable es escoger variedades poco vigorosas.
Pregunta al viverista antes de comprar.
Forma
en espaldera
Un buen recurso ante poco espacio es guiarlos mediante
poda hacia formas planas (abanico, cordones, etc.
). Casi todas las especies admiten este tipo de poda.
Aprovecha una pérgola o un arco para cultivar
parra, kiwi, granadilla, etc.
Por último, está el cultivo
en macetones. La mayoría de frutales pueden
cultivarse en contenedor: cítricos, manzanos,
perales, etc. Existen variedades especialmente diseñadas
para el cultivo en contenedores.
Deberás guiarlos adecuadamente mediante poda.
Es muy importante que coloques los tiestos en emplazamientos
soleados y protegidos, tanto en patios como terrazas.
Los recipientes cuanto más grandes mejor y los
riegos y abonados más frecuentes que en tierra.
Además, cada 3 años debes sacarlo del
tiesto para rellenarlo con tierra nueva y recortar un
poco las raíces.
Si sólo hubiera lugar para un único árbol
es esencial elegir un cultivar autofértil,
es decir, que sirva para polinizarse así mismo.