Elegir los patrones según el suelo

Ya has estudiado el clima de tu zona y con ello has elegido las especies y variedades que se adaptan a él. Bien, ahora te queda conocer cómo es tu suelo.

 


Laboratorio de suelos


Cuando se hace una plantación frutal comercial e intensiva, la inversión es de muchos millones y el estudio en profundidad del suelo es vital. Se empieza tomando muestras de tierra y llevándolas a analizar a un laboratorio de análisis de suelos para obtener datos como el pH, la caliza, el humus que tiene, el contenido de Fósforo, Potasio, Hierro, etc..

A nivel de un jardín particular o un pequeño huerto, no es imprescindible este estudio tan detallado, aunque sí debes tener en cuenta las características más importantes.


¿Para qué necesitas conocer el suelo?

Para elegir el patrón más adecuado que deben tener las especies o variedades que quieras plantar. Eso es lo que te voy a explicar aquí.

Los frutales que compras en el vivero o en el centro de jardinería vienen en su inmensa mayoría injertados sobre un patrón. El patrón sólo pone las raíces y la variedad es el tronco, las ramas, hojas, flores y frutos. Bien, pues en la etiqueta, si la trae, o el vendedor o viverista te debe informar qué patrón lleva ese frutal. Según como sea tu suelo, habrá patrones buenos para él y habrá otros que estén totalmente desaconsejados. Un ejemplo: si tu suelo es calizo y quieres plantar un melocotonero, como venga injertado sobre patrón Franco, será un desastre, amarillearán las hojas; si viene injertado en el patrón Nemaguard, que es una variedad de ciruelo, no habrá problema.


El patrón es lo que hay desde la curvita hacia abajo; es decir, un trocito de tallo y las raíces. En ese punto se injertó la yema, brotó y la variedad es el tallo vertical.

Los patrones (piensa siempre en las raíces, que es lo que son) se usan para que aporten resistencias a la variedad a malas condiciones del suelo. Digamos, que la variedad es buena para dar frutos, pero sus raíces son poco resistentes y se recurre a injertarla sobre patrones. Se suma lo bueno de cada uno.

Hay patrones resistentes a muchas cosas:

1. A los suelos que tienen un alto contenido en cal (suelos calizos).

2. A los suelos que se encharcan con facilidad, asfixiantes para las raíces.

3. A los suelos infectados por plagas (nematodos, filoxera de la vid,...).

4. A los suelos salinos.

5. A los suelos secos. Patrones (raíces) que son capaces de absorber más agua que otros y por tanto más resistentes a la sequía.

Por otro lado, el patrón influye en más cosas:

En el vigor. Hay patrones que provocan más vigor y otros enanizantes.

• Unos posibilitan la entrada en producción antes y otros después.

• Influyen en la productividad, en la calidad de la fruta, en la maduración...

Vemos lo importante que son los patrones en los frutales. Pero para no complicar mucho la cosa, vamos a centrarnos en las 2 características del suelo que debes conocer antes de elegir el patrón adecuado. (En el caso de una plantación frutal comercial intensiva hay que estudiar mejor el tema y afinar más con al elección del patrón).

Se trata de dos características relativamente frecuentes en los suelos:

1. Los suelos que CONTIENEN MUCHA CAL, o sea, calizos.

2. Los suelos que POSEEN UN MAL DRENAJE y se encharcan con facilidad.


Aquí vemos un suelo que en vez de tener exceso de cal, es pobre y se le está aportando.


Un suelo anegado por las lluvias. Si permance así muchos días y hay frutales, se asfixian las raíces.

Si el frutal (o los frutales) que elijas es sensible a alguno de estos problemas o a los dos, DEBES ELEGIR UN PATRÓN QUE SEA RESISTENTE A LA CAL Y/O AL EXCESO DE AGUA, si no lo haces, problema asegurado para ese árbol.

Veamos cada caso en la siguiente página:

1. Suelos calizos (tienen mucha cal).

2. Suelos encharcadizos (tienen mal drenaje).


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Patrones o portainjertos de frutales


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