Hongo
de la miel, Podredumbre blanca raíces
(Armillaria
mellea, Armillaria tabescens)
Armillaria mellea
Son
hongos muy polífagos. Puede afectar todos
los frutales, cítricos, olivo, vid, algarrobos
y también árboles forestales (pinos,
chopos, etc.) y ornamentales.
Frecuente
en Coníferas. También en árboles,
arbustos y trepadoras.
La
identificación es complicada, ya que los
síntomas que producen se pueden confundir
con otros problemas (vertido de detergentes, combustibles,
aceites, productos fitosanitarios, daños
por obras, compactación del suelo, sequía,
escolítidos, nematodos, etc.).
Las
raíces se pudren y sobre su corteza se
observa un micelio blancuzco que más tarde
se vuelve parduzco y casi negro.
Acarrea
la muerte del árbol y de todos los que
se planten en su lugar.
El
hongo Armillaria mellea suele atacar a árboles
débiles o decrépitos.
Se empieza a marchitar como si faltara agua y
finalmente se secan del todo. Raíces y
cuello podridos. En los pies muertos, donde la
infección es muy antigua (varios años),
aparecen durante el otoño setas del hongol.
Control
Armillaria.
Setas en el cuello.
La
lucha es muy difícil porque el hongo se
encuentra en el suelo y dentro de la raíz.
- Mantener los árboles fuertes y bien cuidados.
- Favorecer el drenaje que evite los encharcamientos.
- Regar poco en suelos arcillosos y compactos (especialmente con Césped, peligro).
- Cuando se ha comprobado la existencia de la enfermedad conviene arrancar los árboles afectados. Se transmite fácilmente a los contiguos a través de las raíces.
- Eliminar del suelo tocones, raíces y otros restos de los árboles muertos.
-
Dejar
el suelo varios años sin plantar para
que vayan muriendo. El terreno debe dejarse
aireado todo lo posible y utilizar un producto
desinfectante, aunque esto no es totalmente
eficaz, ya que el hongo puede formar esclerocios
resistentes varios años. Sacar todas
las raíces posibles y no replantar porque
morirían a los 2 ó 3 años.