Mosca
del olivo
(Bactrocera
oleae)
Mosca
del olivo
La Mosca del olivo es una plaga muy dañina
en olivar.
En
el interior de la Península Ibérica
la plaga no se desarrolla porque la climatología
no le es favorable.
El
insecto es parecido a la Mosca de la fruta, aunque
de colores menos vistosos. Mismo tamaño
adulto, larvas y pupas.
Es
un insecto díptero. Se trata de una mosca
que en estado adulto mide de 4 a 5 milímetros
de longitud. La hembra acaba su abdomen con el
aparato ovipositor, de forma cónica y de
un milímetro de longitud, pudiéndosela
distinguir fácilmente del macho.
Invernan
como pupa enterradas en el suelo.
Normalmente
tiene 3 generaciones al año, aunque puede
llegar a 4 en circunstancias muy favorables. Las
generaciones estivales completan su ciclo en 35
a 40 días, llegando hasta 60 días
en las generaciones otoñales.
Los
adultos aparecen en primavera. Ponen un huevo
por aceituna. La larva come de la pulpa de la
aceituna y labra galerías. La larva se
alimenta de la pulpa de la oliva, la pudre y reseca.
El aceite pierde calidad, es más ácido.
Los
frutos que contienen larvas, presentan una típica
picadura triangular por donde se han introducido
los huevos.
La
aceituna picada tiene a caer (igual que la Mosca
de la fruta) y empupa en el suelo.
Lo
más importante es el daño indirecto
que provoca la mosca en la calidad del aceite
de la aceituna atacada.
La
larva, en su desarrollo origina en los frutos
un gran número de galerías y agujeros
por donde penetran hongos (Gloeosporium olivarum)
y bacterias que alteran gravemente la calidad
de los aceites a causa del aumento de acidez y
el deterioro de las características organolépticas.
Control
Materias
activas: Formotion, Dimetoato, Triclorfon.
En
el litoral mediterráneo se empezará
a tratar cuando la aceituna tenga de 8 a 10 mm
de tamaño, mientras que más al interior
donde los ataques son accidentales habrá
que determinar el nivel de población para
iniciar el tratamiento.
El
control de los niveles poblacionales se realiza
mediante mosqueros de cristal (tipo McPhail) en
los que se introduce una disolución de
fosfato biamónico al 3 % o proteína
hidrolizable al 1 %. Se colocan en el interior
del olivo, con orientación sur y a media
altura. En épocas de lluvia, se debe completar
colocando en el exterior del árbol placas
trampa amarillas con atrayente sexual.
Cuando
el número de moscas recogidas por mosquero
sea superior a 25, se deben iniciar los tratamientos.
En general, para las primeras generaciones, se
debe tratar cuando se observa la primera aceituna
picada, coincidiendo con la fórmula mosca/trampa/día
y larva viva. Para las generaciones últimas,
se debe tratar cuando el coeficiente de mosca
por mosquero y día sea superior a 0,6.
El
tratamiento puede hacerse con cebos aplicados
en los árboles mojando una superficie de
1 a 2 m2 en la parte orientada al sur con una
solución de 600 cc de dimetoato, 1 Kg.
de proteína hidrolizable y 100 litros de
agua.
También
se pueden hacer tratamientos en pulverización
total y en este caso los insecticidas se utilizarán
a dosis normales. También se recomienda
el empleo de formation, triclorfon, metidation
y fosmet. Se pueden realizar tratamientos aéreos
aplicando dosis de 20 litros por hectárea
total de una disolución compuesta por 0,5
litros de dimetoato, 0,5 kg de proteína
hidrolizable y 20 litros de agua.