
Cultivo
de arbustos en macetas
El cultivo de arbustos en maceta requiere más
cuidados que en tierra puesto que disponen de
mucho menos suelo. Por tanto, será necesario
regar y abonar más.
Arbusto en maceta y en macetón
En 2 páginas vamos a ver el cultivo general
de arbustos en macetas, jardineras o
en cualquier otro tipo de contenedor.
1.
Plantación
2. Ubicación
3. Riego
de arbustos en macetas
4. Abono
para macetas
5.
Poda
6.
Aireado
7.
Limpieza
8.
Plagas y enfermedades
9.
Cambio de maceta
No emplees tierra de jardín
para las macetas porque contiene arcilla, se
compacta, lleva hongos y malas hierbas.
Compra substratos de calidad y, a poder
ser, mézclalo con alguno de estos materiales
que le proporcionarán una mayor aireación:
- Perlita: son unas bolitas blancas que airean y retienen agua.
- Fibra de coco: es otro material bueno para mezclar en substratos. Un ejemplo sería: turba + fibra de coco + perlita, los tres a partes iguales.
-
Arena:
si no encuentras ni perlita ni fibra de coco,
la arena va muy bien, pero tiene que ser gruesa
y de río (no de obra).
Incorpora al substrato antes de plantar un
poco de fertilizante de lenta liberación.
Para que no se taponen los agujeros de drenaje,
deposita en el fondo de la maceta o jardinera,
grava, trozos de cerámica, arcilla expandida,
etc..
Por último, introduce la planta, rellena
y riega abundantemente.
2. Ubicación
Los arbustos, o cualquier otro tipo de planta
que cultives, deben tener condiciones de luz,
temperatura, humedad y aireación adecuado.
Escoge arbustos para sol o para sombra.
(Lista
de arbustos para sombra o semi-sombra).
Los arbustos con flores necesitan más
sol.
Es bueno dar la vuelta regularmente a
las macetas para que reciban la misma
luz por todos lados, si no, te encontrarás
con plantas torcidas y despobladas en una
parte.
Nunca expongas una planta que ha estado en
sombra al sol directo de golpe porque se pueden
quemar las hojas; debes acostumbrarla progresivamente.
Los vientos muy fríos o muy
calientes perjudican a los vegetales. Protege
las plantas del viento y, en condiciones difíciles,
elige especies duras.
3. Riego de arbustos en macetas
El error más frecuente en el cultivo
de plantas en maceta es el exceso de riego
que pudre las raíces. El síntoma
más típico es que las hojas
amarillean y luego caen.
Si se te muere alguna planta, comprueba si la
maceta tiene obstruido el orificio en la parte
inferior. Es fundamental que drenen bien.
Cúbrelos por dentro con trozos de cerámica
de tiestos rotos en vez de grava.
Para intentar recuperar una planta excesivamente
regada, saca el cepellón del tiesto
y envuélvelo en varias capas de papel de
cocina absorbente. Déjalo así durante
24 horas. Si se empapan las hojas, ponle otras
nuevas. Vuelve después a meter la planta
en la maceta.
La falta de agua también es fatal,
aunque siempre es mejor quedarse corto que pasarse.
No hay "recetas" universales sobre
el riego, ya que depende de las condiciones
particulares de cada planta y lugar.
Introduce los dedos en el substrato y
verifica si está húmedo o
seco. Cuidado porque a veces la capa
superior de tierra de la maceta puede estar
seca mientras que el fondo contener agua
estancada y más riegos serían
perjudiciales.
En el mercado existen unos instrumentos
medidores de humedad que se clavan en
la maceta y ayudan bastante. [Ver foto drcha.]
En tiempo seco, pulveriza con
agua las hojas sin mojar las flores (durarían
menos); agrúpa las plantas para crear un
microclima húmedo y sitúa las macetas
sobre bandejas con guijarros mojados.
Riega por la mañana temprano o al atardecer,
no con el sol en todo lo alto, hay menos evaporación
y la planta la toma mejor.
Si pones un plato debajo de la maceta para que
recoja el agua sobrante del riego, vacíalo
al poco rato (por ejemplo, 30 minutos) ya que
el agua estancada puede pudrir las raíces.
Algunas plantas se riegan por el llamado "Metodo
del plato": Azalea, Brezo, Nefrolepis
o Helecho espada... Consiste simplemente en
poner la maceta sobre un plato o cuenco con agua
durante un rato y una vez que se ha absorbido
se retira.
4.
Abono para macetas
Los susbtratos para macetas, en general, son
pobres en elementos fertilizantes.
El agua sobrante del riego que sale por el agujero
de drenaje va arrastrando elementos fertilizantes,
empobreciéndolo poco a poco.
En una maceta, al tratarse de un espacio tan pequeño,
las raíces no tienen la posibilidad de
extenderse para buscar agua y nutrientes como
sucede en el suelo.
Todos estos factores hacen que haya que prestar
más atención al abonado que un arbusto
plantado en la tierra del jardín.
Los arbustos en contenedores puedes abonarlos
siguiendo alguno de los 2 métodos siguientes
(a elegir):
a.
Usando fertilizantes líquidos
b.
Usando fertilizantes de lenta liberación
a. Usando fertilizantes líquidos
Aportando
un poco de fertilizante líquido
cada 15 días en primavera y
verano diluido en la regadera. En
otoño, se echa una vez al mes,
y en invierno, nada. Esto como
orientación general, ya que
habría que ver especie por
especie.
El
fertilizante líquido es de
efecto rápido. Su inconveniente
es que dura poco y hay que repetirlo
muchas veces (una vez cada 15 ó
30 días).
Los
fabricantes expresan la dosis recomendada
en el envase. Suelen ser demasiado
altas, por lo que te sugiero que apliques
la mitad de la que pone.
b.
Usando fertilizantes de lenta liberación
Otra
forma de abonar, en lugar de con fertilizantes
líquidos, es a base de fertilizantes
de lenta liberación. Se trata
de gránulos, barritas, clavos
o pastillas que van soltando los nutrientes
poco a poco. Su efecto dura 3 meses
o más.
Este
método es más cómodo
que con fertilizantes líquidos
porque se echa sólo una
vez en primavera, otra en verano y
una última en otoño,
es decir, 3 aplicaciones al año.
Si
el fertilizante no es de lenta liberación,
sino un fertilizante granulado convencional,
reparte unas cuantas "bolitas"
en cada maceta una vez al mes, menos
en invierno, que no se suele abonar.
Consejos generales sobre abonado
Tanto si usas fertilizante líquido como
fertilizante sólido, conviene añadir
un poco de quelatos de hierro y de otros micronutrientes
con el fin de conseguir unas hojas más
verdes previendo la carencia de Hierro que provoca
el amarilleo de hojas.
En el mercado existen fertilizantes especialmente
formulados para:
- Plantas verdes (no tienen una floración
ornamental)
- Plantas de flor (interesantes por sus flores)
- Plantas acidófilas como Hortensia,
Azalea y Rododendro.
Para los arbustos interesantes por sus flores,
son muy importantes los abonos ricos en Potasio.
El Potasio estimula la floración de las
plantas. A finales de primavera, cuando ya ha
crecido tras tomar el Nitrógeno, cambia
a un abono que tenga más Potasio que Nitrógeno.
A veces se presentan carencias de nutrientes.
Consiste en que falta uno o varios de los 12 elementos
esenciales para toda planta (Nitrógeno,
Fósforo, Potasio, Magnesio, Calcio, Azufre,
Hierro, Manganeso, Molibdeno, Zinc, Cobre y Boro),
lo que ocasiona síntomas diversos.
Por ejemplo, es muy común la carencia
de Hierro (Fe) en los substratos o suelos
que tienen un pH alto, es decir alcalinos (calizos),
o por regar con agua con mucha cal, ya que con
este pH el Hierro se encuentra en gran medida
insolubilizado y no puede ser tomado por las raíces.
Sensibilidad a clorosis tienen Callistemon, Hibisco,
Nandina, Camelia, Hortensia, Gardenia, Rododendro...
entre otras muchas plantas.
Si se produjeran carencias minerales deberás
corregirlas aportando ese o esos elementos con
fertilizantes que los contengan. Por ejemplo,
la clorosis férrica (carencia de Hierro)
se puede paliar en 24 horas con un abono foliar
(aplicado sobre las hojas).
Para saber más sobre carencias de nutrientes
y su correción, lee este
completo artículo en el que se analiza
el pH y cómo reducirlo en agua con cal.
Quemaduras
por exceso de sales
Por último, ojo con los excesos de abono
que son bastante habituales en macetas. La
sobredosis causa más daño a las
plantas que el no fertilizar nada.
Un exceso de Nitrógeno reduce la
floración, muchas hojas pero pocas flores,
y se ven las puntas de las hojas "quemadas".
Lixiviación
Es aconsejable lavar o lixivar
el substrato una vez al mes o cada mes y medio para
evitar la acumulación de exceso de sales,
sobre todo si no se ha cambiado de maceta desde
hace tiempo.
El lixiviado consiste en regar abundantemente
y dejar que escurra el agua por el agujero de
drenaje arrastrando las sales acumuladas.
1.
Plantación
2. Ubicación
3. Riego de arbustos en macetas
4. Abono para macetas
5.
Poda
6. Aireado
7. Limpieza
8. Plagas y enfermedades
9. Cambio de maceta