¿Cómo plantar arbustos de jardín?
Los arbustos
en su mayoría se compran en maceta de plástico.
No obstante, algunos de hoja caduca, pueden venir a
raíz desnuda (raíces peladas
sin tierra); ejemplo típico son los rosales.
La
distancia a que se plantan unos arbustos de otros
es frecuente verla demasiado escasa. Esto es un error
porque al cabo de algunos años se forma una masa
densa y enmarañada y hay que eliminar o intentar
trasplantar varios ejemplares. Si
quieres cubrir una zona en menos tiempo puedes plantarlos
más próximos, pero sabiendo que más
tarde o más temprano, deberás arrancar
algunos o a intentar trasplantarlos a otro sitio. Lo
mejor es darles espacio suficiente.
La
distancia dependerá del tamaño
del arbusto y de la densidad que queramos darle
a la plantación. Hay arbustos grandes como Adelfa,
Laurel, Camelia, etc., que con los años se hacen
muy voluminosos; otros son medianos (la mayoría)
y también los hay pequeños (Junípero,
Cotoneaster, Pitosporo enano, variedades de Evónimo,
etc., etc.). Generalmente los grupos de arbustos
se hacen situando a 1, 1,5 o 2 metros entre arbustos.
Excava un hoyo proporcional al tamaño del cepellón o maceta pero cuanto más grande sea, mejor.
La tierra extraída del hoyo, mézclala
bien con estiércol, mantillo, turba u otro abono
orgánico. Aporta entre 1 ó 2 kilos
por arbusto. Si el suelo es pobre, hecha los 2 kg.
No
es necesario hacer un abonado mineral en el momento
de la plantación porque con un buen abonado orgánico
es suficiente para empezar; más adelante, sí
será interesante el abono mineral, bien sea como
fertilizante de lenta liberación o uno de uso
agrícola tradicional tipo 15-15-15.
La tierra enriquecida con el abono orgánico
(estiércol, mantillo, etc.) asiéntala
bien con el pie o con el mango de la azada. Los
arbustos a raíz desnuda se plantan en invierno
y hay que hacerlo con más cuidado, apretando
bien la tierra con las raíces para que no queden
bolsas de aíre.
Riega abundantemente. Si es necesario, haz
una pocilla con tierra.