El
cultivo de las Hierbas Aromáticas, Condimentarias
y Medicinales es fácil en general. Son plantas
que resultan ideales para jardineros novatos. Te recompensarán
con creces.
La
mayoría de las plantas aromáticas van
muy bien en jardineras, pero necesitarán
más agua y nutrientes que si estuvieran plantadas
en tierra.
Busca una ubicación con mucha luz, al
menos, 4 o 6 horas de sol al día, como el alféizar
de una ventana. Si las cultivas en interior, que sea
un sitio muy luminoso.
Dos
jardineras podrían contener (un grupo para cada
una):
Romero (Rosmarinus officinalis)
Tomillo (Thymus vulgaris)
Salvia (Salvia officinalis)
Orégano (Origanum vulgare)
Mejorana (Origanum majorana). Menta (Mentha piperita)
Albahaca (Ocimum basilicum)
Perejil (Petroselinum crispum)
Cebollino (Allium fistulosum)
En
las fichas tienes los requisitos y exigencias particulares
para cada especie. A continuación veremos los
fundamentos generales del cultivo de Aromáticas.
1.
Riego Muchas de las Hierbas son originarias del Clima
Mediterráneo (Hisopo, Lavanda, Melisa, Orégano,
Salvia, Santolina, Tomillo,...) y necesitan poca agua
para vivir. Otras necesitan más humedad:
Menta, Perejil, Hierbabuena,...
Cultivadas en maceta hay que regar bastante en verano.
Para lograr un buen drenaje coloca en el fondo del recipiente
trozos de cerámica.
Según las condiciones concretas en que tengas
la planta deberás regar más o menos:
el clima, si está al sol, si le da el viento,
si el suelo es suelo arenoso o arcilloso, primavera,
verano...
Riega a primeras horas de la mañana o
al atardecer; no en las horas de más sol.
Cuando pierda algo de lozanía da un riego copioso.
Es la experiencia de su cultivo la que te irá
enseñando. Mucha observación.
2.
Abonado
Las plantas Aromáticas y Condimentarias se abonan
poco para que no pierdan sabor y aroma. Estas plantas
prefieren un suelo normal en nutrientes minerales a uno
rico, en lineas generales.
Con aportar una vez al año fertilizantes en tierra,
vale. Si usas un abono orgánico (estiércol,
mantillo, turba, etc.) se aplica en invierno (1 kilo
por metro cuadrado) y si es mineral (también
llamado químico), hazlo en primavera y/u otoño.
Cultivadas en maceta y durante el desarrollo,
añade por ejemplo, abono líquido disuelto
en la regadera (1 vez al mes). Cambiar los 3 ó
4 primeros centímetros de sustrato de la maceta
por tierra nueva, también es bueno.
3. Cavas
y eliminación de malas hierbas Durante el año es necesario hacer varias
cavas del terreno para romper la costra de la superficie,
airearlo, mullirlo y también, de paso, para eliminar
las malas hierbas que haya alrededor de las plantas.
Suelta un poco el sustrato o pínchalo si son macetas
o jardineras.
Labra muy superficialmente, sin profundizar, puesto
que romperías raíces. Mínimo, 2 veces
al año; y máximo, 5 ó 6.
El Estragón y la Menta se propagan con
mucha rapidez mediante unos tallos subterráneos,
con lo que puede invadir las plantas de los alrededores,
convirtiéndose, en "malas hierbas".
Si las plantas en un cubo enterrado, esto limitará
su expansión lateral. O recórtalas con
frecuencia para que no se hagan invasoras.
4. Acolchado
El acolchado o mulching consiste en extender en
la base de las plantas cortezas de pino, grava, paja,
mantillo, plástico negro, esterillas u otros materiales.
Sus beneficios son:
1. Conservan la humedad del suelo, por lo que hay
que regar menos. Esto, en climas secos en los que llueve
poco, o para superar el verano, es muy importante.
2.
Salen muy pocas malas hierbas.
3.
Los acolchados orgánicos se van descomponiendo
lentamente, y aportan así algo de humus al
suelo.
4.
Estéticamente son decorativos, por ejemplo,
las cortezas de pino. Se venden en sacos de plástico
en trozos gruesos o finos. Se pueden extender sobre
una lámina geotextil negra, que deja pasar el
agua, y así, ya, malas hierbas, cero.
Si no hiciste un acolchado en el momento de plantar,
lo puedes poner en cualquier momento.
5.
Poda
Orégano, Menta, Melisa, Lavanda, Tomillo, Salvia,
Santolina,... recórtalas tras la floración
para provocar un nuevo desarrollo sano, si no, se harán
leñosas. Llegado el verano, recorta hierbas
como la menta para estimular el desarrollo de hojas
nuevas. El Tomillo es mejor podarlo poco y frecuentemente
a lo largo de la primavera y el verano. No obstante,
después de algunos años, aunque las hayamos
podado cada año, será preciso arrancarlas
y plantar otras nuevas, puesto que pierden su forma
original.
Si algunas Hierbas tienen un crecimiento excesivo se
recortan también.
Elimina restos de flores pasadas y capítulos,
ya que consumen reservas y afean a la planta. Elimina
hojas secas.
Cuando necesites un ramito de perejil o de menta, corta
con una tijera un tallo siempre por encima de una yema,
de forma que la planta pueda seguir desarrollándose.
6.
Pinzados o despuntes
Si
la planta está larguirucha y poco densa,
es conveniente hacer un pinzado o despunte. Esto consiste
simplemente en recortar ligeramente las puntas de los
brotes para provocar que salgan brotes por los lados
y hacer una mata más compacta y ramificada, en
vez de tallos tan largos y pelada por abajo.
7.
Plagas, enfermedades y trastornos Es necesario vigilar los posibles ataques de
plagas (insectos, ácaros, caracoles,...) o
de enfermedades (hongos, bacterias o virus).
En caso de que se presenten plagas o enfermedades sobre
las Plantas Culinarias y trates con un pesticida, deberás
aplicarlo como mínimo 1 ó 2 semanas antes
de recogerla para usarlas en la cocina. Consulta en
la etiqueta del producto los días que hay que
esperar antes de consumir. Técnicamente se llama
'Plazo de seguridad'.
Es mucho mejor que uses Insecticidas Biológicos
en lugar de productos químicos. Aunque en general,
los insecticidas biológicos son menos eficaces
para matar a los parásitos que los convencionales.
Aparte de plagas y enfermedades, se pueden dar
varios trastornos:
- Excesos de agua que pudren las raíces y muere la planta (demasiado riego, suelos compactos que se encharcan)
- Sequía. Riega más.
- Carencias de nutrientes. Abona.
- Sombra excesiva. Pon en sitio con más luz.
- Heladas primaverales. Guarda dentro.
-
Viento fuerte, seco, frío o salino (en
zonas cerca del mar).