Conocer el suelo
6.
Contenido de nutrientes minerales
del suelo
TODAS
LAS PLANTAS necesitan tomar
del suelo 13 elementos
minerales. Son los nutrientes
minerales esenciales. De tal
manera que si en un suelo no
hubiese nada, cero gramos, de
cualquiera de ellos, la planta
moriría, puesto todos
son imprescindibles.
Afortunadamente,
en los suelos siempre hay de
todo, por lo menos algo, aunque
en unos más que en otros.
No obstante, se pueden presentar
carencias. Un ejemplo muy típico
es el del Hierro (Fe). En suelos
de pH alto, es decir alcalinos
(calizos) es frecuente que falte
el Hierro que se encuentra insolubilizado,
es decir, se encuentra como
mineral que no puede ser tomado
por las raíces. En plantas
que son sensibles a la carencia
de hierro la consecuencia de
esto es que se vuelven las hojas
amarillas. Por ejemplo una Azalea,
una Hortensia, un Naranjo, un
Roble, etc. plantados en estos
suelos sufrirán clorosis
férrica.
Los
13 elementos esenciales son
los siguientes:
MACRONUTRIENTES
Estos los toma en grandes cantidades,
sobre todo los 3 primeros.
-
Nitrógeno ( N )
- Fósforo ( P )
- Potasio ( K )
- Calcio ( Ca )
- Magnesio ( Mg )
- Azufre ( S )
MICRONUTRIENTES
U OLIGOELEMENTOS
Estos los toman las plantas en
pequeñísimas cantidades.
-
Hierro ( Fe )
- Zinc ( Zn )
- Manganeso ( Mn )
- Boro ( B )
- Cobre ( Cu )
- Molibdeno ( Mo )
- Cloro ( Cl )
¿Cómo
se sabe la cantidad de cada
uno de estos nutrientes que
tiene un suelo?
Resultados
análisis Mediante
un análisis de la tierra
hecho en un laboratorio que
analicen suelos.
En
un jardín particular
no merece la pena analizar la
tierra para esto. Sin embargo,
en agricultura comercial o en
el mantenimiento de un campo
de golf, por ejemplo, sí
se mandan a analizar muestras
de tierra cada dos años
para saber cómo va el
suelo en cuanto a nutrientes,
y así tener datos para
abonar con más criterio:
echando más Fósforo,
más Potasio, menos, de
un elemento más o de
otro, etc. En jardinería
doméstica no entramos
en tanto detalle y nos limitamos
a abonar con cantidades medias,
aproximadas.
Como
seguramente no vas a analizar
tu suelo, que sepas estas cosas:
Un suelo rico en materia
orgánica (humus) es rico
en Nitrógeno. Cuanto
más estiércol,
mantillo o turba eches más
Nitrógeno tendrá
(y por supuesto, más
humus). Recuerda: cuando aportas
materia orgánica a un
suelo estás consiguiendo
dos cosas:
1.
Humus
2. Nutrientes minerales (nitrógeno,
fósforo, potasio, azufre,...)
de la descomposición
de esta materia orgánica.
NO estás echando humus,
estás echando estiércol,
mantillo o turba, que no es lo
mismo. El humus proviene de ellos
gracias a la acción de
las bacterias y hongos del suelo.
Mucha gente confunde estos conceptos.
El humus es producido en el suelo
por los microorganismos.
Un suelo arcilloso tiene más
nutrientes que uno arenoso,
que es más pobre. Ejemplo
extremo de suelo arenoso es la
arena de la playa. Ésta
tiene de todos los elementos (la
prueba es que en las dunas crecen
vegetales), ahora bien, en muy
poquita cantidad, insuficiente
para la mayoría de plantas
de jardín, exceptuando
cactus, crasas, y algunas otras
especializadas.
Mediante
los abonos o fertilizantes aportamos
al suelo esos nutrientes minerales
que las plantas van consumiendo.
Si no lo hiciéramos se
agotarían más
tarde o más temprano.
Tus
plantas las puedes fertilizar
con dos tipos de abonos:
-
Abonos orgánicos.
Abono
orgánico
- Abonos químicos o minerales.
Fertilizante
mineral
Los
abonos orgánicos
como el estiércol, el
compost, la turba, etc. aportan
de todo, pero en poca cantidad
y lentamente. Sus beneficios
son más como mejorantes
de la tierra, al formarse humus
que como suministrador de nutrientes.
Los
abonos químicos o minerales
lo único que aportan
son nutrientes puro y duro,
ni humus ni mejora del suelo
en otros aspectos como hacen
los abonos orgánicos.
Eso sí, enriquecen de
minerales el suelo y las plantas
disponen de alimento en cantidad,
pero nada más.
Podrías
abonar sólo con los orgánicos,
tendrían de todo, pero
sale caro y en determinados
momentos hacen falta grandes
cantidades de nitrógeno
y de los demás elementos
y los abonos orgánicos
no pueden suministrarlo ya que
ellos van descomponiéndose
lentamente, a su ritmo, según
el clima y el tipo de suelo.
(Estos
son los tipos de abonos
que se comercializan).
Podemos
aportar cualquiera de los 13
elementos esenciales. Sin embargo,
la mayoría de abonos
o fertilizantes que usamos suelen
incluir sólo 3: el Nitrógeno,
el Fósforo y el Potasio.
Son igual de importantes que
los otros 10 restantes, lo que
pasa es que las plantan necesitan
mucha más cantidad
de éstos que de ningún
otro. Un abono que también
lleve otros elementos, siempre
será bueno, indudablemente.
El Hierro, es de los pocos
que se usa de vez en cuando
como fertilizante aparte mediante
quelatos de hierro.
Si se detectara alguna carencia
específica en alguno
de estos 13 elementos o varios,
se podría remediar con
un abono que contuviese ese
o esos elementos que están
faltando en el suelo.
Para
cada uno de los grupos
de plantas (árboles,
palmeras, arbustos, vivaces,
aromáticas, bulbos,
etc.) te iré dando
detalles sobre el abonado
que corresponda. Ya hay
de algunos en sus respectivas
secciones y puedes mirarlo.
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>>
7.
Salinidad.