10 PLANTAS DE INTERIOR

Cactus de Navidad (Zygocactus truncatus)

* Florece espectacularmente durante el invierno.

* Luz: necesita una buena iluminación. Aguanta el sol directo del invierno pero no el del verano.

* Riego: una media de 2 riegos semanales ó 1 como mínimo.

* Abono: aplica de forma regular un fertilizante rico en fósforo y potasio para favorecer la floración.
Cuando termine de florecer sácalo al exterior, donde le dé algo de sol, por ejemplo, por la mañana o a un sitio muy luminoso. Después de que aparezcan los capullos lo metes a casa para poder disfrutar de la floración.

* Cambio de maceta: debido a su lento crecimiento, no es necesario un cambio de maceta anual, sólo cuando se haga grande.


Cala (Zantedeschia aetiopica)

* Temperatura: puede soportar unos cuantos grados bajo cero. Si está en maceta, es mejor no correr riesgos y meterla dentro en cuanto surja la 1ª helada. En climas cálidos (por ej. Mediterráneo) puede cultivarse en invierno al exterior.

* Riego: la Cala se riega bastante cuando está en crecimiento y en floración, pero después de florecer debes mantenerla completamente seca, es su periodo de reposo. Entonces las hojas se pueden marchitar y es algo normal. Aplica poco a poco más agua cuando aparezca el follaje.

* Abono: cada 15 días en floración con fertilizante líquido.

Calatea (Calathea makoyana)

* Luz: ojo con el sol directo por las quemaduras.

* Temperatura: son frioleras, sobre todo les hacen daño los cambios bruscos de temperatura o las corrientes de aire.

* Humedad: pulveriza 2 veces por semana en verano o más, y una en invierno, si no, pon la planta sobre guijarros húmedos. Es muy importante una alta humedad.

* Riego: 2 ó 3 veces por semana en verano y una en invierno.

* Abono: aporta fertilizante líquido diluido en agua cada 15 días en crecimiento.

- Hojas con bordes rizados: falta de riego.
- Hojas pálidas: exceso de sol o falta de abono.
- Hojas lacias: demasiado calor y sequedad.

Chamaedorea (Chamaedorea elegans)

* Humedad: a esta palmera le sienta fatal las habitaciones con fuerte calefacción y ambiente seco (se secan las puntas de las hojas). En verano pulveriza diariamente con agua o coloca la maceta sobre guijarros mojados. Durante el resto del año, pulveriza al menos 1 vez a la semana.

* Riego: 2 ó 3 veces por semana en verano y 2 veces al mes en invierno.

* Abonado: en verano 1 vez al mes con un fertilizante compuesto 20-20-20.

* Plagas: susceptible a Araña roja si el ambiente es seco y caluroso (amarilleo).

* Cambio de maceta: debido a su lento crecimiento, no es necesario un cambio de maceta anual, sino cada 2 ó 3 años. Hazlo con mucho cuidado, que el cepellón quede intacto.

* Puntas de las hojas secas: ambiente seco, corrientes de aire o quemaduras por el sol. Pulveriza las hojas y corta las partes quemadas.

Cheflera (Schefflera actinophylla)

* Temperatura: aguanta el aire libre en climas sin heladas.

* Humedad: pulveriza a menudo si está en sitio caliente.

* Riego: el encharcamiento es su peor enemigo, ya que le hace perder las hojas inferiores. Necesita buen drenaje. Es aconsejable dejar que el sustrato se seque entre riegos y el invierno debe pasarlo casi en seco si la planta está en sitio fresco.

* Cambio de maceta: trasplanta los ejemplares jóvenes cada año y los viejos cuando sea necesario.

* Poda o pinza a menudo para que el crecimiento sea más horizontal.

* Plagas: es propensa a pulgón, cochinilla y araña roja, esta última en ambiente seco y caluroso.

* Hojas que se tornan pálidas: falta de nutrición. Abona en verano.
* Hojas amarillas y caedizas: exceso de riego. Deja secar el compost entre riegos.

Ciclamen (Cyclamen persicum)

* Temperatura: se compra en plena floración, en otoño-invierno, procedente de un invernadero sin calefacción. Al llevarlo a casa sus hojas amarillearán y caen por encontrarse con un interior caldeado. Sitúalo en una habitación fresca.

* Humedad: elevada para sobrevivir en interior, pero no se debe pulverizar; pon la maceta sobre guijarros mojados sin que esté en contacto el agua con dicha maceta.

* Riego: riega por debajo, poniendo la maceta en un platito 15 minutos, hasta que absorba por capilaridad. Nunca por arriba ya que se pudre el bulbo.

* Abono: añade abono líquido al agua de riego cada 15 días durante el crecimiento y la floración. Si el suelo no es ácido o riegas con agua con cal, añade quelatos de hierro de vez en cuando para corregir la carencia de Hierro que produce amarilleo de hojas.

* Suele cultivarse como anual, es decir, que se desecha tras la floración. Sin embargo, se puede conservar si sacas los tubérculos a finales de primavera y los dejas en reposo en verano. A finales de agosto plántalo en maceta en el exterior hasta mediados de otoño que los vuelves a meter en casa.

Clivia (Clivia miniata)

* Su cultivo es bastante sencillo y vive muchos años.

* Riego: es planta de poco riego y se pudren las raíces por regar más de la cuenta. Comprueba que no esté obstruído el agujero de drenaje de la maceta.

* Abono: abona cada 15 días desde marzo a septiembre con un poco de fertilizante líquido disuelto en la regadera.

* Cambio de maceta: el cambio a una maceta de mayor tamaño no es necesario hacerlo cada año, sino cada 3 ó 4 años. Conviene que tenga las raíces comprimidas, ajustadas a la maceta, a diferencia de la mayoría de plantas; así florecerá mejor.

* Poda: corta la flor cuando se seque para que no se forme el fruto y consuma las reservas del bulbo. Si ocurriera ésto, el próximo año la floración sería más pobre.

* Plagas: la plaga más frecuente es la Cochinilla algodonosa (Pseudococcus citri), que suele atacar a la base de las hojas. Quítalas con un algodón impregnado en alcohol metílico o realiza tratamientos químicos.

* Para que vuelva a florecer año tras año, necesita pasar un período de reposo en invierno. Es decir, durante esos meses, debes mantener la Clivia en un lugar fresco (sin calefacción, entre 8 y 15ºC) y prácticamente sin riego. A finales de invierno, cuando salga la vara floral, da por concluido el reposo y vuelve a regarla de forma gradual hasta el verano, que ya sí necesita más agua.

Cocotero, Coco (Cocos nucifera)

* Es difícil el cocotero porque necesita una habitación cálida y un ambiente húmedo.

* Luz: en el lugar más iluminado de la casa o a pleno sol.

* Humedad: alta. La sequedad de la calefacción les pondrá las hojas amarillas y favorecerá la aparición de Araña roja. Coloca sobre un plato con guijarros y agua. Rocía el follaje regularmente con agua tibia, pero sin mojar el coco.

* Riego: 1 ó 2 veces por semana en verano y 1 sola vez a la semana en invierno. No mojar el coco madre, se pudre.

* Abonado: en verano 1 vez al mes.

* Puntas de las hojas marrones: sequedad ambiental, falta de riego o por frío.

Cóleo (Coleus blumei)

* Luz máxima, incluso algo de sol. Si la iluminación es insuficiente, desaparece el variegado y el aspecto es más desgarbado. Acércalo a una ventana orientada al sur para que tenga buena luz y los colores sean más vivos.

* Sácalo al exterior si ha pasado el invierno dentro de la casa.

* Humedad: el calor seco de la calefacción provoca la caída de hojas.

* Riego: su punto débil es el exceso de agua combinado con temperaturas altas que hace que la planta se vea forzada a crecer cuando debería estar en reposo, lo que provoca un crecimiento ahilado, es decir, débil y poco compacto.

* Abono: cada 10 días desde marzo a septiembre.

* Reposo: entre octubre y enero disminuye el riego para que repose; le conviene pasar esa época en una estancia algo más fresca.

* Poda: cuando empiece a flojear (perder hojas y mostrarlas algo descoloridas), en otoño, dale una poda severa, dejando sólo los brotes incipientes que prosperarán la primavera siguiente.

* Elimina espigas de flor cuando aparezcan para que no le reste fuerza a la planta.

* Pinza los brotes terminales para que sea más denso y redondeado de forma periódica. A principios de invierno, somete a tus cóleos a un despunte para favorecer la brotada primaveral.

* Multiplicación: es muy sencilla. Haz esquejes en primavera y verano para renovar el ejemplar cada año.

Costilla de Adán (Monstera deliciosa)

* Es de fácil cultivo.

* Humedad: tolera bien el ambiente seco, pero agradece la pulverización, especialmente en verano.

* Riego: moderado. En invierno dale descanso: riega mucho menos pero sin que el compost se seque del todo. También dale una temperatura más baja situando en habitación fresca.

* Hojas amarillas o verde claro: exceso de riego o falta de abono (hierro).

* Plagas: sensible al ataque de araña roja, que se combate con acaricida.

* Manchas marrones con aureola amarilla en los bordes de las hojas: encharcamiento o sol directo.