Abonado de arbustos en macetas
- El abonado de un arbusto es diferente si está plantado en maceta o en la tierra del jardín. Aquí tratamos el abonado para el caso de estar en macetas, jardineras o cualquier otro tipo de contenedor.
- En una maceta, al tratarse de un espacio tan pequeño, las raíces no tienen la posibilidad de extenderse para buscar agua y nutrientes como sucede en el suelo, por lo que hay que prestar más atención tanto al riego como al abonado.
- Los sustratos para macetas, en general, son pobres en elementos fertilizantes. Además, el agua sobrante del riego que sale por el agujero de drenaje va arrastrando nutrientes, empobreciéndolo poco a poco.
- Los
arbustos plantados
en contenedores
puedes abonarlos
siguiendo alguno
de los siguientes
métodos
(a elegir):
1. Fertilizantes líquidos
2. Fertilizantes de lenta liberación
1. Fertilizantes líquidos - Aportando un poco de fertilizante líquido cada 15 días en primavera y verano diluido en la regadera. En otoño, se echa una vez al mes, y en invierno, nada. Esto como orientación general, ya que habría que ver especie por especie.
- El fertilizante líquido es de efecto rápido. Su inconveniente es que dura poco y hay que repetirlo muchas veces (una vez cada 15 ó 30 días).
- Los
fabricantes expresan
la dosis recomendada
en el envase.
Suelen ser demasiado
altas (a ellos
les interesa que
consumas cuanto
más mejor),
por lo que te
sugiero que apliques
la mitad de la
dosis que pone
en la etiqueta.
2. Fertilizantes de lenta liberación - Otra forma de abonar es a base de fertilizantes de lenta liberación. Se trata de gránulos, barritas, clavos o pastillas que van soltando los nutrientes poco a poco. Su efecto: 3 meses o más.
- Este método es más cómodo que con fertilizantes líquidos porque se echa sólo una vez en primavera, otra en verano y una última en otoño, es decir, 3 aplicaciones en todo el año.
- Si
el fertilizante
no es de lenta
liberación,
sino un fertilizante
granulado convencional,
reparte unas cuantas
"bolitas"
en cada maceta
una vez al mes,
menos en invierno,
que no se suele
abonar.
Consejos generales sobre abonado - Para los arbustos interesantes por sus flores, son muy importantes los abonos ricos en Potasio. El Potasio estimula la floración de las plantas. A finales de primavera, cuando ya ha crecido tras tomar Nitrógeno, cambia a un abono que tenga más Potasio que Nitrógeno.
- En el mercado existen fertilizantes especialmente formulados para plantas verdes, para plantas de flor, para plantas acidófilas como hortensias, azaleas y rododendros.
- A
veces se presentan
carencias de
nutrientes.
Este problema
consiste en que
falta uno o varios
de los 12 elementos
esenciales que
toda planta toma
del suelo (Nitrógeno,
Fósforo,
Potasio, Magnesio,
Calcio, Azufre,
Hierro, Manganeso,
Molibdeno, Zinc,
Cobre y Boro),
lo que ocasiona
síntomas
diversos.
- Por ejemplo, es muy común la carencia de Hierro (Fe) en los suelos que tienen un pH alto, es decir alcalinos (calizos) o por regar con agua con mucha cal, ya que con este pH se encuentra en gran medida insolubilizado y no puede ser tomado por las raíces. Sensibilidad a clorosis tienen Callistemon, Hibisco, Nandina, Camelia, Hortensia, Gardenia, Rododendro... entre otras muchas plantas.
- Cuando son carencias de micronutrientes (Hierro, Manganeso, Zinc, Boro, Cobre o Molibdeno) es factible corregirlas mediante un abono foliar, es decir, pulverizándolo sobre las hojas. Los abonos foliares resultan muy interesantes para micronutrientes porque la planta necesita pequeñas cantidades. La clorosis férrica se puede paliar en 24 horas con un abono foliar.
- Con los abonos foliares procura no pasarte de dosis ni aplicarlos con sol fuerte, sino al atardecer, ya que se podrían producir quemaduras en las hojas.
- Un
exceso de Nitrógeno
puede reducir
la floración,
da muchas hojas
pero pocas flores.
- El síntoma típico de sobredosis de fertilizantes son las puntas de las hojas "quemadas". Hay unas especies más sensibles que otras.
- Una
aplicación
tardía
de otoño
puede provocar
un crecimiento
débil y
que la planta
se vea perjudicada
ante la aparición
de las primeras
heladas.