Mango: cómo sembrar un hueso de mango

mango

  1. En primer lugar lavas la semilla recién sacada del mango (no la dejes secar o no nacerá) y le quitas la membrana marrón que la envuelve.

  2. Luego la siembras en una maceta con tierra vegetal con la parte más ancha y redondeada hacia abajo, dejando asomar un poco la parte más delgada.

  3. En el fondo de la maceta es bueno que poner unos centímetros de grava como drenaje, ya que los mangos son plantas tropicales de zonas tórridas y secas que odian la humedad excesiva en la tierra, lo cual les pudre las raíces.

  4. Hecho esto pones la maceta encima del termo de casa, de manera que la temperatura esté entre 25-30ºC. Procura mantener la tierra húmeda, aunque no encharcada y cuando la riegues hazlo con agua templada, para no enfriar la semilla.

  5. Si la semilla de mango, cuando le quitas la membrana marrón, está sana, en unos 10-15 días germinará. Si cuando le quitas la membrana tiene aspecto amarronado-grisáceo en parte o en toda ella, mejor tírala pues está podrida y no germinará.

  6. Una vez veas asomar el brote del hueso del mango pones la maceta en una habitación cálida al lado de una ventana que mire al sur, sin miedo a que le toque el sol directo y la verás crecer de un día para otro.

  7. Por la noche la puedes poner otra vez sobre el termo y por la mañana la sacas otra vez a la ventana. En primavera y la temperatura nocturna sea superior a 16ºC ya la puedes sacar al exterior.

  8. No la abones hasta que la planta de mango mida por lo menos 20 cm, ya que mientras tanto vive de las reservas de los cotiledones de la semilla.

  9. Si no quieres que el frío del Invierno te mate los arbolitos muy jóvenes de mango, los dos primeros inviernos los resguardas en casa junto a una ventana que mire al Sur. Una vez han superado la fase infantil, ya se pueden sembrar en tierra y resisten bien el frío de unos cuantos grados bajo cero, se puede chamuscar, pero rebrota.



Germinar semillas o huesos de mango


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