Consejos sobre trepadoras
- Las enredaderas se plantan separadas unos 2 ó 3 metros unas de otras. Si quieres cubrir antes una pared, plántalas más juntas, pero a la larga es peor porque se enmarañarán.
- En el momento de plantar, con el abono orgánico será suficiente para empezar y no es necesario echar abono mineral (también llamado fertilizante químico). Pero si quieres forzar a la planta a que crezca más rápido y cubra antes, puedes hacer el abonado orgánico más el abonado mineral (los 2 a la vez en el momento de plantar).
- El abonado mineral o químico consiste en mezclar con la tierra unos 25 gramos de fertilizante de lenta liberación por planta. Son unas bolitas que van liberando los nutrientes -Nitrógeno, Fósforo, Potasio, etc.- poco a poco a lo largo de varios meses.
- El riego y el abono aceleran el crecimiento.
- Durante el primer año desde la plantación el riego no debe descuidarse porque todavía las raíces son poco profundas y para que crezcan antes.
- Una vez pasado el primer o segundo año, ya se habrá establecido en ese lugar y probablemente podrá sobrevivir con poco o incluso sin riego, dependerá del clima, pero para tener plantas lustrosas generalmente requerirá aportes regulares de agua.
- Poda
de trepadoras
Las trepadoras pueden recibir 3 tipos de podas:
1. Poda de Formación
Durante el primero o los dos primeros años de plantada las plantas prácticamente no hay que tocarlas. Se dejan crecer libremente para que vayan ganando altura y densidad de hojas. Sólo se elimina alguna rama enferma, débil, que se salga mucho, etc., pero poca cosa.
Se la puede llevar mediante poda a alguna de estas formas: Abanico, Cordón o Espaldera.
2. Poda de Limpieza
Consiste en aclarar el arbusto trepador de ramaje denso, eliminar tocones y ramas secas, rebrotes de raíz, flores y frutos pasados, ramas que sobresalgan mucho del arbusto, etc.. En definitiva, suprimir todo lo que no interese.
Se hace necesario una poda cada año de limpieza o mantenimiento. TODAS las especies la necesitan. Podrá ser será más o menos intensa según el caso, pero el repaso anual siempre es necesario, tanto por estética como por salud.
La época para efectuarla es el invierno (reposo). En las zonas de más frío es mejor esperar a finales de invierno.
El tener las trepadoras saneadas y no muy densas de ramas, se facilita que entre la luz en su interior y que no envejezca antes de tiempo.
Si no se hace limpieza durante varios años, aparecerá el enmarañamiento, además de mantener elementos indeseables (flores pasadas, chupones, rebrotes, tocones secos, etc.). Luego, limpiar por dentro puede costar bastante trabajo y ya habrá muchas ramas interiores secas.
3. Poda de Floración
Sólo se hace en trepadoras que tengan una floración ornamental. Por ejemplo, la Hiedra no recibe Poda de Floración. Con este tipo de poda buscamos renovar los ramos que han florecido por otros nuevos que llevarán las flores el próximo año: Glicinia, Jazmín, Bignonia, Rosal trepador, etc.
Se distinguen dos casos en Poda de Floración:
a) Trepadoras que echan las flores al final de la primavera y durante el verano en los brotes que han surgido esa misma primavera: Rosal trepador, Campsis (Campsis radicans), Bignonia (Bignonia jasminoides), etc..
En invierno, se recortan todos los ramos del año anterior, excepto las que prolongan el esqueleto, dejando pulgares con 3, 4 ó 5 yemas laterales, para que den brotes con flores.
En especies muy vigorosas, sobre todo si son de floración temprana, puede ser interesante realizar una segunda poda después de pasarse la flor, aclarando el exceso de vegetación y acortando los brotes del año.
b) Trepadoras que echan las flores al principio de primavera en ramos que surgieron el año anterior: Jazmín (algunos), Madreselva, algunas Clemátides, etc..
Florecen en primavera y se podan después de acabar la floración. No coincide con la Poda de Limpieza del invierno como en el caso anterior.
Nada más terminar la floración los ramos florecidos se podan muy fuerte, dejando 2 ó 3 yemas por cada uno. De ahí saldrán nuevos brotes que portarán las flores el año siguiente.
Tendrás que ver especie por especie si florece sobre el crecimiento del año o sobre ramos del año anterior y aplicar alguna de las dos podas indicadas. - Limitar
el crecimiento
de una trepadora
La manera de lograr regular el crecimiento de las raíces es, lógicamente, cultivando la trepadora en un espacio reducido, como pueden ser los tiestos o recipientes de tamaño medio o pequeño. Para integrarlas dentro del conjunto, estas macetas se hundirán en la tierra disimulando así su presencia.
Otra forma de lograr controlar la expansión de las plantas trepadoras es colocar pequeñas losas, ladrillos o trozos de macetas alrededor del espacio donde se va a plantar el ejemplar, dificultando y limitando así el desarrollo de sus raíces.
Con estos sencillos consejos logrará dominar la situación en su jardín, sin que ninguna trepadora acabe 'invadiendo' el espacio de otras plantas.