
Azucena:
plagas, enfermedades y trastornos
Amarilis,
anémona, begonia, caña
de las Indias, ciclamen, clivia,
dalia, gladiolo, jacinto, lirio,
narciso, nardo y tulipán.
AZUCENA (Lillium)
Plagas
de la Azucena
Crioceros
Los
adultos y larvas de los
coleópteros Crioceris
merdigera o Lilioceris
lilii, provocan daños
en hojas y botones florales
que son mordidos al alimentarse.
Vigilar
las primeras poblaciones
de adultos que puedan
aparecer; se tratará
con insecticidas a base
de piretroides, como deltametrina,
endosulfán, etc.
Pulgones
(Myzus persicae, Aphis
gossypii, Aphis fabae)
Esta
plaga causa daños
directos y son agentes
vectores de algunas virosis.
Los ataques se localizan
en la parte apical de
la planta, en la brotación
más tierna y junto
al hampa floral.
Los
daños producidos
al alimentarse los adultos
succionando jugos nutritivos
de la planta se localizan
tanto en las hojas inferiores
como en botones florales.
Ataques
importantes pueden provocar
deformaciones foliares
y en los botones florales.
Control
de pulgones
Los
tratamientos fitosanitarios
pueden ser al suelo aplicando
aldicarb cuando la brotación
apical tiene alrededor
de 10 cm y con la pulverización
foliar de diclorvos, pirimicarb,
metomilo, etc. cuando
la planta es más
adulta.
Acaro
de bulbo (Rhizoglyphus
echinopus-fum)
Rhizoglyphus
echinopus-fum desarrolla
su actividad parasitaria
en el interior del bulbo
e incluso puede afectar
a las raíces. Provoca
una serie de heridas por
las que pueden penetrar
posteriores enfermedades
criptogámicas que
aceleran la pudrición
del bulbo y pérdida
de la planta.
Control
Se
basa en un tratamiento
preventivo de los bulbos
antes de la plantación.
Para ello se sumergen
los bulbos en una solución
del que contenga unos
50 cm3/g de un insecticida
fosforado (diazinon),
durante media hora.
Trips
(Liothrips vaneeckei,
Frankliniella occidentalis)
Destacan
dos especies de trips
que afectan a las plantas
de Lilium. El primero
de ellos es Liothrips
vaneeckei que se desarrolla
en las escamas de los
bulbos, plantados o almacenados.
provoca el arrugamiento
de la epidermis de las
escamas, que toman un
color pardo.
Frankliniella
occidentalis actúa
como agente transmisor
de virosis. También
provocan daños
directos como son picaduras
y manchado de los botones
florales, acortamiento
de entrenudos, malformaciones
florales, etc.
Control
Se
realiza pulverizando con
endosulfan o metiocarb
tanto la planta como el
suelo.
Se recomiendan tratamientos
térmicos de los
bulbos a 43,5º C.
Enfermedades
de la Azucena
Rhizoctonia
solani
Produce
podredumbre blanda de
color marrón en
el bulbo. Las raíces
se desarrollan poco, secándose
las hojas inferiores si
el ataque es débil
y, si es intenso, se secan
todas las hojas e incluso
los botones florales.
Es
preciso eliminar los bulbos
afectados y prevenir desinfectándolos
antes de la plantación
con captafol al 0,3% +
benomilo al 0,2%. También
se puede utilizar en pulverización
al suelo quintoceno a
4-5 g/m2.
Phytophthora
parasitica o P. nicotianae
Produce
una mancha de color malva
oscuro en la base del
tallo, que se va extendiendo
hacia arriba, amarilleando
las hojas inferiores.
También produce
manchas marrones en el
tallo, que se quiebra
con facilidad.
Control
La
desinfección del
bulbo puede disminuir
la incidencia de la enfermedad.
En cultivo se realizan
tratamientos con captafol,
metalaxil, fosetil, en
pulverizaciones dirigidas
al cuello de la planta.
Pythium
ultimum
Produce
la putrefacción
de las raíces con
manchas marrones claras.
Cuando el ataque es leve
tiene lugar un retraso
en el crecimiento, pero
cuando es grave se ve
afectada toda la planta,
incluso los botones florales
que se secan y caen.
Control
Para
su tratamiento se emplean
los mismos productos que
en el caso anterior.
Moho
gris o Botritis (Botrytis
elliptica, B. cinerea)
Ataca
a toda la planta (hojas,
tallos y flores), produciendo
manchas pardas de forma
más o menos redondeada.
En
las hojas aparecen primero
manchas redondas de color
rojizo y después
amarillo con el borde
pardo-rosáceo.
Las hojas, si el tiempo
es seco, se marchitan
y se secan y, por el contrario,
si la humedad ambiente
es grande, las manchas
se extienden hasta invadir
toda la hoja, la cual
se cubre del moho gris
y acaba por pudrirse,
lo mismo que los tallos
invadidos.
Las
hojas y tallos de las
plantas enfermas se deben
recoger y quemar.
Control
Se
ha de controlar la humedad
del invernadero.
Al
regar se evitará
mojar las hojas para prevenir
el desarrollo del hongo
y si las condiciones ambientales
lo aconsejan, se aplicarán
tratamientos fungicidas.
Los
productos a emplear son
inclozolina, procimidona,
iprodione, etc.
Virus
de las manchas necróticas
de la azucena o lyli symtomless
carlavirus (LSV)
Es
una de las enfermedades
más graves del
Lilium. Los síntomas
foliares se manifiestan
por manchas cloróticas,
alargadas paralelamente
a las nerviaciones y que
llegan a ser progresivamente
necróticas. Las
hojas se enrollan formando
una especie de roseta
y las flores deformadas,
de pequeño tamaño,
se abren difícilmente.
Se ha demostrado que esta
enfermedad procede de
una infección mixta
por dos virus: uno de
ellos es el LSV, que cuando
está solo es generalmente
latente en muchos cultivares.
Dos
virus en sinergia con
el LSV, permiten la exteriorización
de los síntomas;
uno de ellos es el virus
del mosaico del pepino
(CMV), que ocasiona estrías
necróticas foliares
y el virus del variegado
del tulipán (TBV)
que produce necrosis en
el bulbo.
El
jaspeado de la azucena
Con
esta denominación
se han asignado a un grupo
de afecciones víricas
que provocan alteraciones
en la pigmentación
de las hojas. Las flores
pueden presentar también
deformaciones y variegados
que son más intensos
si las plantas son infectadas
también por el
LSV.
Control
de las virosis
Regeneración
por cultivo de meristemos.
Se
han conseguido plantas
indemnes al LSV a partir
de explantos infectados
incorporando virazol al
medio de cultivo.
Es
necesario respetar las
normas de aislamiento
y de aplicación
de tratamientos contra
los vectores para conseguir
un buen estado sanitario
de las plantaciones.
Fisiopatías
de la Azucena
Quemadura
de las hojas
También
llamada "leaf scorch",
produce unas manchas blanco
grisáceas en las
hojas que se vuelven marrones
y pueden aparecer en el
tallo. Se dan en plantas
que por distintas causas
(salinidad, textura inadecuada,
asfixia, alta temperatura
del suelo, etc.) no han
desarrollado un buen sistema
radicular, existiendo
un desequilibrio entre
la parte aérea
y la subterránea.
La
incidencia de esta alteración
depende de la sensibilidad
del híbrido cultivado.
Son sensibles Sterlin
Star, Pirate, Lady Killer,
Medaillon, Golden Melody
y Stargacer.
Para
aminorar los efectos de
esta alteración
se aconseja:
·
Evitar crecimiento demasiado
rápido (control
de la temperatura del
invernadero).
· Evitar evaporaciones
rápidas (sombreo,
aspersiones, ventilación,
etc.).
· Plantar con terreno
fresco y en sazón.
· Para híbridos
sensibles, utilizar los
menores calibres de bulbo.
Hay mayor propensión
con los calibres grandes.
· Lucha contra
enfermedades y plagas
de las raíces.
Acodo
de los ápices del
tallo
Se
produce en plantas jóvenes
con alturas entre los
35 y 65 cm, y en la proximidad
del hampa floral, en esta
zona, la sección
del tallo se debilita
arrugándose y doblándose
la inflorescencia. Se
produce en cultivos realizados
en parajes húmedos,
sombríos y con
bajas temperaturas.
Aborto
de flores
Puede
deberse a la falta de
luz en los estadíos
jóvenes de crecimiento
y también por estrés
hídrico. El abonado
con nitrato de calcio
ayuda a prevenir otra
de las causas, los problemas
nutricionales.
Clorosis
férrica
Carencia
de hierro en suelos calizos.
Corregir aportando quelatos
de hierro.
Heladas
Las
bajas temperaturas pueden
destruir yemas, por lo
que en climas fríos,
deben protegerse las plantas
resguardándolas
del frío.
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Amarilis
-
Anémona
-
Azucena o Lillium
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Begonia
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Caña de las Indias
-
Ciclamen
-
Clivia
-
Dalia
-
Gladiolo
-
Jacinto
-
Lirio
-
Narciso
-
Nardo
-
Tulipán
Métodos
de multiplicación
de bulbosas