
Preparación del terreno para el césped
1.
Tierra vegetal
2. Drenaje
3. PH
¿Necesitas
comprar tierra vegetal?
Cuando se quiere implantar un césped, es muy habitual
tener que aportar tierra vegetal para recrecer el terreno
que ha quedado con un nivel bajo tras las obras o porque
la tierra original es un relleno, zahorra, etc.. Entonces
se compra uno o más camiones de tierra vegetal
con los metros cúbicos que hagan falta.
Todas
las tierras no son iguales, las hay muy buenas,
regulares y malas. Tres cosas a tener en cuenta al comprar
tierra:
1.
Que pertenezca a la capa superficial del suelo,
es decir, a los primeros 30 ó 40 centímetros.
Esto es muy importante. La capa superficial del suelo
es la más ricas en nutrientes minerales y en
humus (materia orgánica). Mira la fotografía
de la izquierda, el horizonte superior tiene un color
marrón más oscuro en este caso. ¿Cómo
saber si la tierra que me quieren vender es del subsuelo
o es superficial?
Fíjate
si tiene muchos restos de raíces y, a poder
ser, finas. En el subsuelo las raíces son escasas
y en el horizonte superior abundantes.
Otra
cosa relacionado con ésto es que una tierra que
después de regar salen pocas hierbas, es mala
señal, lo más probable es que sea
profunda, donde hay menos semillas de malas hierbas
ahí.
Tierra arcillosa
2. No compres para el césped tierra arcillosa
que con agua sea fango, sino una suelta. Si
mojas una pequeña cantidad en la mano, verás
si es como 'plastilina' o no. Para un Césped es
mejor una tierra arenosa; tendrá un buen drenaje
y, por tanto, no se encharcará.
3.
Que no tenga muchas piedras. Hay tierras muy pedregosas.
La
capa mínima de tierra vegetal que debe tener
un césped son 10 centímetros de espesor.
Esto es lo mínimo, pero cuanto más tierra
vegetal tenga, mucho mejor.
¿Tu
suelo tiene un mal drenaje?
¿Tienes
un suelo que cuando llueve o se riega se forman charcos
que permanecen varios días? La mayoría de
los suelos no tienen este problema, pero algunos, sí,
y se deben mejorar.
Las
soluciones pueden ser:
1.
Instalar tubos de drenaje. Se hace disponiendo
tubos a unos 40-50 centímetros de profundidad,
en zanjas de 40 cm. de ancho y separadas de 2 a 3 m.
Dispones estos tubos en paralelo, conectándolos
todos a uno que haga de principal y evacúe el
agua. Puede estar éste en el centro (tendríamos
una disposición en espina de pescado)
o en un lateral. A todos los tubos hay que darles una
ligera pendiente para que evacue el agua.
Los
tubos son corrugados especiales para drenaje, con
multitud de agujeritos. Pones en el fondo de las zanjas
una capa de grava (8-10 cm.), después
los tubos sobre ella, otra capa de grava sobre dichos
tubos (20-25 cm.) y sobre ésta capa una tela
geotextil, para que no entre la tierra en la grava.
Finalmente completas con tierra (25-30 cm.) a poder
ser mezclada con arena.
2.
Otra posibilidad es moldear el terreno dándole
pendientes para que escurra hacia un lado y allí
se recoja ese agua con una canaleta.
3.
También nivela y da las pendientes adecuadas
al terreno. Así se evitan dentro de lo posible
que no se formen ondonadas y sitios que acumulen agua
por escorrentía. Hay que evitar que llegue el
agua a las zonas bajas.
4.
Aporta arena. Esto es muy bueno en suelos arcillosos.
Aumenta la porosidad del suelo. La cantidad de arena
puede ser unos 2 ó 3 metros cúbicos por
cada 100 m2 de superficie. Cuanta más mejor,
no hay problema en pasarse. Piensa que los céspedes
de campos de fútbol están casi sobre arena
pura.
Materia orgánica
5.
Aporta materia orgánica al suelo. La materia
orgánica (estiércol, mantillo, turba,
etc.) esponja, airea, da una buena estructura al suelo
y mejora la infiltración de agua. Si acompañas
a la arena con materia orgánica, mejor que mejor.
Si el suelo es pobre se pueden aportar 100 kilos por
cada 100 m2 de turba negra o mantillo ó 300 kilos
por cada 100 m2 de estiércol, según el
suelo y el dinero que haya.
6.
En los suelos con mal drenaje hay que controlar mucho
el riego. Riega con poca cantidad pero con más
frecuencia.
Escarificadora
7. Por último y ya en céspedes
implantados, es muy importante eliminar periódicamente
lo que se llama el 'fieltro'. Consiste en capa fina
de 1, 2 ó 3 cm. que se forma en la superficie
del suelo con los restos de hierba y raíces y
se hace impermeable, dificultando mucho que pase el
agua y el aire hacia abajo.
Se
elimina haciendo ESCARIFICADOS (mínimo
1 al año, en primavera, ideal, otro más
en otoño). Aparte del fieltro, el mismo pisoteo
con los meses y con los años va compactando el
suelo.
También
es muy bueno PINCHAR el suelo. Hazlo todos
los años 1 ó 2 veces y receba con una
mezcla de arena y turba mitad y mitad a razón
de 1,5 m3 de mezcla por cada 100 m2 tras la labor
de pinchado.
¿Tu suelo tiene un pH demasiado bajo o demasiado
alto?
Medición del pH
El
pH del suelo no es un parámetro tan importante
para el Césped. De todas maneras, si es muy
ácido, es decir, un pH menor de 5,5, o si es
muy alcalino, pH mayor de 8, entonces sí habría
que hacer una enmienda para subirlo o bajarlo
según el caso y dejarlo en valores menos extremos.
Son casos raros, pero se pueden dar en ocasiones.
En suelos muy ácidos (pH menor de 5,5)
haz una enmienda caliza con alguno de estos materiales:
cales, caliza molida, dolimitas, etc..
Caliza molida
En suelos muy básicos o alcalinos (pH
mayor de 8) puedes optar por:
Azufre
1.
Mezclar los primeros 15 cm. de tierra con AZUFRE
EN POLVO, que acidifica bastante. Dosis: 60 grs./m2.
A los 2 ó 3 años tendrás que repetir
el tratamiento.
Turba rubia
2.
En lugar del azufre, aportar TURBA RUBIA (ej.
marca SPHAGNUM), que es un material muy ácido
(ph=3,5). Sólo para pequeñas superficies
de máximo 100 m2 porque saldría mucho
más caro que el azufre. Dosis: 1 kg/m2 de turba
rubia. Igualmente a los 2 ó 3 años tendrás
que repetir el tratamiento.
Como
complemento para acidificar algo se pueden usar abonos
acidificantes como el Sulfato amónico, el
Nitrato amónico, Fosfato amónico, etc..
El mismo estiércol también acidifica el
suelo.