Cultivo
de Orquídeas
En dos páginas vamos a ver el cultivo de Orquídeas. En las fichas
se concretan
las exigencias y cuidados particulares.
1. Luz
2.
Temperatura
3.
Humedad
4.
Ventilación
5.
Riego
6.
Abonado
7.
Trasplante y fijación en árboles
8.
Poda
9.
Plagas, enfermedades y trastornos
10.
Multiplicación
1. Luz
Sitúa
las Orquídeas en un sitio muy luminoso de la
casa. Una de las causas más comunes de fallos
de floración es la falta de luz.
Un
buen sitio es cerca de una ventana orientada al Sur.
Con visillos o cortinas claras puedes proteger de los
rayos de sol primaverales y veraniegos.
A la mayoría de las Orquídeas les gustan
el sol directo en otoño e invierno, pero
no en primavera y verano, o sólo un poco por la
mañana o por la tarde.
Algunos
géneros como Phalaenopsis, Paphiopedilum,
Phragmipedium, etc. tienen menos necesidades de
luz y sólo admiten los rayos del sol durante
el invierno y el resto del año luz muy filtrada.
2.
Temperatura
Las
Orquídeas son plantas originarias declimas
muy diversos: cálidos, templados y fríos,
aunque la mayoría proceden de regiones tropicales
y subtropicales. También hay especies que
soportan las bajas temperaturas, incluso las heladas
(menos de 0ºC).
Muchas necesitan para florecer que se produzcan diferencias
de temperatura entre el día y la noche (unos
10ºC de diferencia). Dentro de la casa se puede conseguir
la alternancia de temperaturas abriendo las ventanas por
la noche para refrescar.
Si quieres tener Orquídeas en el jardín
exterior, colgadas de árboles, éstas deben
tolerar el frío que se dé en tu clima porque
se pueden pudrir los capullos de flor antes de abrirse.
3. Humedad
Sobre
grava mojada
En
general, las Orquídeas necesitan una humedad
ambiental alta. El aire seco de las viviendas, acentuado
por la calefacción, es muy peligroso.
Para
aumentar la humedad a su alrededor puedes hacer lo siguiente:
- Poner las macetas sobre una bandeja con gravas o guijarros mojados pero sin que el tiesto esté en contacto con agua.
- Colocar recipientes con agua cerca de las plantas.
- Situar las plantas juntas para que se cree un microclima húmedo.
-
Pulverizar con agua blanda, por ejemplo, de
lluvia o descalcificada, pero no a las flores porque
durarían menos.
4.
Ventilación
A las Orquídeas
no les gustan los ambientes cargados, necesitan estar
en sitios ventilados porque...
* La planta se puede refrescar al bajar su temperatura.
*
Se renueva el oxígeno y el dióxido de
carbono del lugar.
*
Se previene el ataque de hongos y bacterias al disminuir
la humedad.
Por
tanto, es conveniente airear diariamente el emplazamiento,
eso sí, evitando las corrientes de aire frío
que provocan la caída de los capullos.
Un
pequeño ventilador puede servir en un momento
dado para hacer circular el aire.
Otra
opción es sacarlas fuera los días de más
sol en otoño e invierno y de paso aprovechar
para que se rieguen con las lluvias.
El
problema es que ventilar y mantener una humedad elevada
a veces es difícil. Si vives en un clima
costero o atlántico-húmedo, es más
fácil que en zonas de aire seco.
6. Riego
a)
Oncidium, Cattleya, Epidendrum...
Oncidium. Cattleya. Epidendrum
(Pulsa sobre las imágenes
para agrandarlas).
Se riegan abundantemente y luego se dejan secar casi completamente
antes de volver a regar.
b)
Cymbidium,
Vanda, Dendrobium...
Cymbidium. Vanda. Dendrobium
Se riegan prácticamente a diario, pero sólo
durante la época de crecimiento. En la
estación fría (otoño-invierno)
en que las Orquídeas casi detienen su desarrollo,
se las debe regar espaciadamente. En caso de tenerlas
en interiores ó invernaderos, todo dependerá
de la temperatura a que estén sometidas.
c)
Phalaenopsis, Paphiopedilum, etc.
Phalaenopsis. Paphiopedilum
Se les mantiene el sustrato constantemente húmedo.
No cuentan con pseudobulbos (almacenes de agua)
y necesitan de humedad casi permanente. Sustrata
húmedo, pero no empapado, que es diferente.
La frecuencia de riego depende, además de
la especie, de muchos otros factores como el tipo
de sustrato, la temperatura, la luz, la ventilación,
etc. Por ejemplo, a más luz y temperatura,
más riego; las macetas de barro pierden agua
por sus paredes pero las macetas de plástico,
no. La experiencia en el riego es clave.
Riega por la mañana para que tenga humedad
durante el resto del día.
Las Orquídeas toleran más la falta
de agua que el exceso. Es decir, ante la duda
no riegues.
Comprueba el drenaje. El agua estancada es mortal,
se pudren las raíces.
La
calidad del agua
No uses para regar ni aguas salinas ni aguas calcáreas.
Sales: el agua puede llevar sales disueltas
en exceso. Un síntoma son las eflorescencias
blancas que quedan en los bordes de la maceta
o por el agujero de drenaje. A veces, las aguas
de pozos tienen este problema. No se puede corregir
y por tanto, no uses aguas salinas para regar
Orquídeas.
Cal: la cal del agua tampoco les gusta.
Si no puedes aportar agua de lluvia, añade
una cucharada de vinagre por cada 5 litros de
agua y luego riega las plantas con esta mezcla.
O mejor, usa el ácido cítrico como
se explica aquí.
Cloro: el cloro que se utilizan
para purificar el agua de consumo NO perjudica
a las Orquídeas.
Es interesante almacenar agua de lluvia.
Se puede guardar en tambores de plástico
tapados. Si no le entra la luz no proliferan las
algas ni las bacterias y el agua es útil
por tiempo casi indefinido. No es necesario agregarle
nada, ni cloro, ni alguicidas.
El agua de lluvia puede ser mezclada con una parte
de agua "normal" para que dé
más de sí.
6. Abonado o fertilización
Venden fertilizantes especialmente formulados
para Orquídeas. Son buenos.
También
sirven los usados para Plantas de Interior pero
a la mitad de la dosis que indican en el envase.
Las
Orquídeas necesitan poco alimento (viven
agarradas a los árboles). El exceso de
fertilizantes quema e incluso mata.
Un plan de abonado práctico y general consistiría
en aportar una vez al mes entre Febrero y Julio
(en el Hemisferio Sur, entre Agosto y Enero). El
resto del año nada o, si deseas afinar más,
en otoño aporta cada 15 días un fertilizante
que estimule la floración, es decir,
que lleve una alta proporción de Potasio
respecto al Nitrógeno y al Fósforo.
La dosis a aplicar cada vez la indica en el envase,
pero si el fertilizante viene en forma de sal, sería
1 cucharada por cada 5 litros de agua.
7.
Trasplante de Orquídeas
8. Poda
9. Plagas, enfermedades y trastornos
10. Multiplicación de Orquídeas
SIGUE