
Luz y plantas de interior

La
mayoría de las plantas que cultivamos dentro
de casa son originarias de zonas tropicales y subtropicales
del Globo. Esto es importante saberlo porque debemos
intentar darle unas condiciones ambientales lo más
parecidas posible a su lugar de origen: temperatura,
luz, humedad del aire y humedad de la tierra son los
4 parámetros fundamentales.
La luz es una clave en el cultivo de las especies
de interior (y de cualquier planta).
Los vegetales necesitan la luz para poder hacer la FOTOSÍNTESIS,
unos necesitan una luz más intensa y otros viven
con muy poquita. Sin luz no hay fotosíntesis,
que es el proceso por el cual las plantas fabrican su
propio alimento, los azúcares (hidratos de carbono)
que consumen todas las células de sus tejidos.
Cuando una planta no dispone de la luz que necesita,
se manifiesta en su salud.
La escasez de luz puede provocar:
- Un aspecto pálido y débil.
- Pocas o ninguna flor.
- Que se caigan las hojas.
- Un debilitamiento general, e incluso, un poco más
adelante, la muerte.
Hay especies que necesitan una luz abundante y otras
viven perfectamente con poca luz. Éstas últimas,
las podremos cultivar en sitios de la casa poco iluminados.
En
general, la mayoría de las Plantas de Interior,
prefieren sitios de la casa con buena luz, pero sin sol
directo sobre ellas. Cuidado con las que se coloquen cerca
de ventanas, hay que saber si les perjudicarán
los rayos solares o no. Aunque también puedes protegerlas
con persianas y cortinas los momentos del día en
los que el sol es más fuerte.
Recuerda que la mayoría de las especies
que usamos en los interiores proceden de bosques tropicales,
donde están protegidas del sol por densas masas
arbóreas. Dentro de ellas hay unas especies que
pueden soportar una penumbra más acentuada.
Las plantas que necesiten más luz se pueden poner
en las habitaciones orientadas al sur. En las que
dan al norte, vendrán mejor las que toleran menos
intensidad luminosa.
La intensidad del sol varía:
- A lo largo del día: por la mañana
temprano el sol es más débil que a las
3 de la tarde.
- Con las estaciones del año: en invierno
el sol calienta menos que en verano.
- Según la región climática.
En Andalucía hay más horas de luz solar
que en Asturias, por ej..
En la cantidad de luz que hay en una habitación
también influyen los colores de las paredes y
de los muebles (paredes blancas y muebles de tonos claros,
hay más luz). También si hay espejos y
cristales. Y por supuesto el número y tamaño
de ventanas.
Si la luz llega muy focalizada a la planta, gírala
de vez en cuando; es bueno porque así le dará
la luz por igual a toda ella y se desarrollará
más equilibradamente. Hay plantas como la Camelia,
que no se deben mover porque se caen los capullos florales.
La mayoría de las plantas de hojas coloreadas
necesitan iluminación intensa para mantener su
bello colorido, aunque sin sol directo. En la foto un
Croton.
Las plantas con flores decorativas se deben
situar en lugares bien iluminados, si no, o no florecen
o lo hacen débilmente. Foto de Azalea.
Luz artificial
Las lámparas aportan a las plantas una luz complementaria
a la luz natural que es interesante.
-
Bombillas: dan poca luz y bastante calor. Tiene que
estar la planta muy pegada a ella.
- Tubos fluorescentes: dan una iluminación
más intensa que las bombillas.
- Lámparas mixtas: combinan la luz de los
tubos fluorescentes y la de las bombillas tradicionales.
Son las mejores, ya que se parece a la luz solar.
NECESIDADES DE LUZ DE DIFERENTES
ESPECIES
Luz intensa
- Altea
- Aralia
- Ardisia
- Aucuba
- Clivia
- Cóleo
- Croton
- Espatifilo
- Potos
- Bromelias
Luz
media
- Afelandra
- Amor de hombre
- Azalea
- Cheflera
- Ciclamen
- Costilla de Adán
- Diefembaquia
- Drácena marginata
- Falaenopsis
- Ficus benjamina
- Ficus elastica
- Tronco del Brasil
- Yuca
Luz
escasa
- Aglaonema
- Alocasia
- Aspidistra
- Caladio
- Calatea
- Ciso
- Filodendro
- Fitonia
- Helecho
- Kentia
- Peperomia
- Sanseviera
- Singonio