
Rizomas,
tubérculos, bulbos, raíces tuberosas
y túberos
5. Raíces tuberosas o tubérculos
-
Agapanto
- Anémona
- Aro
- Begonia tuberosa
- Colocasia
- Ciclamen
- Dalia
- Ranúnculo
- Etc.
Raíces
tuberosas son un tipo especial de raíces
que se caracteriza por acumular sustancias de
reserva.
De
las raíces tuberosas pueden brotar tallos
que dan lugar a un nuevo individuo.
Al
final del verano, una vez seca la planta, puedes
optar por dejar de regar la maceta hasta la primavera
siguiente que vuelva a rebrotar, o bien, desenterrar
las raíces tuberosas y límpialas
a fondo. Lo mismo da.
Una
vez eliminada la tierra, envuelve los tallos secos
en papel de periódico y almacénalos
en un lugar fresco y seco durante todo el invierno.
Con la llegada de la primavera vuelve a plantarlos.
En
el caso de raíces tuberosas, la multiplicación
es cortando en trozos el tubérculo.
6.
Rizomas
-
Cala (tienen rizomas)
- Caña de las Indias (tienen rizomas)
- Culantrillo (Adiantum capillus-veneris)
(tienen rizomas)
- Lirio (algunos Iris) (tienen rizomas)
- Lirio de los valles (Convallaria majalis)
(tienen rizomas)
- Etc.
Los
rizomas son tallos horizontales que están
a ras de tierra o ligeramente enterrados.
Los
rizomas almacenan reservas y de ellos salen brotes
que forman la planta.
A
principios de la primavera, desentierra los rizomas
y córtalos en trozos con un cuchillo o
navaja, llevando cada una un brote con hojas.
Planta cada fragmento en una maceta individual.
Se
pueden plantar de inmediato o dejar a la sombra
algunos días, tras aplicarles fungicida.
7.
Bulbos
Varias
especies de bulbos se cultivan bien en interiores.
- Amaryllis
- Azucena
- Clivia
- Crocus
- Hemerocalis
- Hippeastrum
- Iris
- Jacinto
- Muscari
- Narciso
- Tulipán
- Etc.
La
multiplicación de bulbos y cormos se hace
separando los bulbillos o hijuelos formados alrededor
del bulbo original y plantándolos. Eso
sí, la floración va perdiendo calidad
de un año para otro, por lo que los bulbos
se suelen comprar nuevos cada año.
Procedimiento:
Al
terminar la floración, se cortan las flores
pasadas y se dejan las hojas y tallos hasta que
se sequen completamente. El tiempo que pasa desde
que se acaba la floración hasta que se
desentierran puede ser entre 1 y 2 meses, tiempo
suficiente para que acumulen más reservas
y se formen pequeños bulbillos adheridos
al original.
Los
bulbos se extraen, se lavan, se desinfectan con
fungicida y se dejan secar a la sombra.
Se
le recortan las raíces, se le quita la
tierra que tenga pegada, se separan los posibles
bulbillos hijos formados y se envuelven en papel
de periódico para absorber la humedad y
que no se pudran.
Finalmente,
se meten en cajas de madera y almacenan en un
lugar seco hasta la nueva plantación en
recipientes en verano en vivero, donde se cultivan
por uno o dos años hasta que alcanzan las
dimensiones necesarias para la floración.
Este método se usa para los Narcisos, Tulipanes,
Jacintos y para la mayoría de las plantas
bulbosas más pequeñas como el Muscari.
Los
bulbos como Narcisos, Tulipanes y Crocus, deben
conservarse secos. Otras bulbosas, como los Lirios
o Begonias tuberosas, es preciso cubrirlos con
turba algo húmeda para evitar que se sequen
del todo.
8.
Túberos
Túbero
de Caladio
- Begonia
- Caladium
- Sinningia
- Etc.
Se trata de tallos modificados para guardar sustancias
alimenticias de reserva. Constan de una yema central
y presentan forma circular plana, sin escamas.
Al
contrario que los bulbos, los túberos no
emiten hijuelos que permitan la multiplicación
por este método.
Los
túberos se obtienen cultivando plantas
a partir de semillas; cuando el ejemplar ha crecido
(tras unos 9 meses), se le retiran las flores
con objeto de que el túbero engrose.
El
más conocido como Planta de interior es
el Caladio (Caladium bicolor). Cuando se
marchite la planta no la tires a la basura, es
algo normal. Si conservas durante el invierno
los tubérculos, puedes conseguir un nuevo
ejemplar para el años siguiente.
Una
vez terminado el verano, sácalos de la
tierra y guárdalos en un lugar fresco,
envueltos en papel de periódico. En ese
momento, trocéalo con una navaja o cuchillo,
procurando que cada trozo contenga al menos 1
yema.
Prepara
un recipiente con compost y una capa superior
de arena de unos 3 centímetros.
Hunde
los tubérculos en la capa de arena, riega
y tapa con un plástico.
Coloca la bandeja en un lugar cálido sin
sol directo. A principios de la primavera y brotará.