
Pulgón en rosal
El pulgón es la plaga más frecuente
y grave que tienen las rosas. Atacan principalmente
a brotes tiernos provocando el típico enrollamiento
de las hojas. Algunas veces, los capullos
atacados no se abren. Viendo el propio insecto
se identifica perfectamente.
Hoja
con Negrilla
Otro síntoma
es la melaza (un líquido azucarado y brillante
que excretan), el hongo Negrilla
que se asienta sobre ella y la presencia de hormigas
que recogen esta melaza y los protegen.
Con productos sistémicos, se combaten bien (penetran
en la epidermis de las hojas y el pulgón, al
chupar, se lleva el veneno). Siempre es mejor tratar
a los primeros síntomas. Hay muchas materias
activas que matan Pulgones: Formotion,
Pirimicarb, Etiofencarb, Azidition, Dimetoato, Acefato,
Malation, etc.
REMEDIOS
ECOLÓGICOS
Adulto
y larva de Mariquita
Avispilla
depositando un huevo
Tienen muchos enemigos naturales que se los comen
o lo parasitan (mariquita, crisopa, pequeñas
avispillas parásitas, etc.), pero ninguno lo
controla completamente y hay que recurrir a tratamientos
químicos.
Mariquita, crisopa, avispillas, etc. son colaboradores
que se deben proteger, evitando su destrucción
mediante tratamientos indiscriminados con productos
de amplio espectro. Un dato: las mariquitas en estado
de larva comen durante 20 días entre 350 y 400
pulgones. La larva de la Crisopa también come
bastantes.
Un solución muy efectiva contra el pulgón
es pulverizar las plantas afectadas con agua jabonosa
o con agua templada a presión.
También puedes probar con una mezcla muy
sencilla: disuelve en un litro de agua 2 cucharadas de
escamas de jabón neutro y 2 de alcohol de 90º.
Añade 3 ó 4 colillas de cigarros maceradas
en medio vaso de agua, bien filtradas para que las boquillas
de los pulverizadores no se obstruyan.
Ortigas: preparación
Otro remedio consiste en una infusión
a base de ortigas. Pon en un cubo 500 gramos de ortigas
frecas y 5 litros de agua; cubre el recipiente con un
plástico o una tabla que ajuste bien y remueve
a menudo. Cuando la mezcla esté descompuesta, cuélala
en un cubo. Déjala reposar entre 12-24 horas y
rocía sobre los insectos.
Por último, planta cerca madreselva,
lupino, dedalera u ortiga, que actúan como repelentes.