
Trastornos o fisiopatías en el rosal

Si
tu Rosal está teniendo algún problema
y no es ni una plaga ni una enfermedad,
probablemente sea alguno de estos 18 trastornos
que se relacionan a continuación:
1.
Heladas.
2. Granizo.
3. Viento.
4. Ola de calor.
5. Falta de luz.
6. Encharcamiento.
7. Falta de agua.
8. Mala plantación.
9. 'Enfermedad del suelo' donde ha vivido
un rosal muchos años.
10. Agua de riego de mala calidad.
11. Daños de raíces por hacer
zanjas o labrar.
12. Contaminación del suelo (detergentes,
gasoil, plaguicidas, etc.).
13. Carencia de algún nutriente
(Nitrógeno, Potasio, Hierro,...).
14.
Exceso de Nitrógeno.
15. Poda mal realizada.
16. Tratamientos fitosanitarios equivocados.
17. Apelotonamiento de los capullos (no
se abren).
18. Daños hechos con la desbrozadora
de hilo en la base del tallo.
1. Heladas
En invierno, los fríos intensos que hay
en muchas latitudes pueden dañar
las raíces. También en primavera,
las heladas tardías pueden quemar
hojas y brotes tiernos.
Si en tu zona las heladas invernales son fuertes,
puedes proteger las raíces acolchando la
superficie con una buena capa de paja o mantillo.
Para proteger los troncos y ramas, cubre con cortinas
viejas, plásticos con agujeros o cualquier
otra cubierta que atrape el aire caliente.
Daños
por frío y protección
del frío intenso
2.
Granizo
Daños
por granizo
Una granizada sobre el jardín es tremendamente
destructiva. En
plantas ornamentales provoca defoliación
y marcas en hojas y tallos por donde pueden entrar
a continuación hongos y bacterias.
Si
los granos tienen más de 5 milímetros,
se le llama pedrisco, más peligroso todavía
que el granizo, lógicamente.
3.
Viento
Si el viento es fuerte, produce
rotura de ramas, caída de hojas, de flores,
de frutos en maduración, etc..
Si el viento es cálido y seco,
marchita la planta.
Si es viento frío también
quema a las plantas.
Si estás en un lugar cercano al mar,
los vientos depositan sales y producen quemaduras.
4.
Ola de calor
Son masas de aire que se desplazan con baja humedad
y temperatura de 40ºC o más. Es un
secador para las plantas. Las deshidrata y marchita
en pocas horas.
5.
Falta de luz
Provoca que las flores escaseen o no lleguen ni
siquiera a aparecer. Además, los tallos
se ahilan (crecen larguiruchos y endebles),
con tejidos tiernos y más fáciles
de atacar por insectos y hongos.
6.
Encharcamiento
Regar
más de la cuenta puede provocar la asfixia
de las raíces. Además, los hongos
que viven en el suelo se activan y 'rematan la
faena' pudriendo las raíces. Las hojas
se tornan amarillas.
Evita
que el suelo se encharque. Riega lo necesario
según la época del año y
tus condiciones particulares. Si
el drenaje es malo, debes mejorarlo.
7.
Falta de agua
Es
el caso contrario del anterior: una planta que
está pasando sed. Como sabemos todos, el
agua es vital y en determinados momentos más,
por ejemplo durante la floración. Riega
con regularidad.
8.
Mala plantación
Haz la plantación en la época
recomendada. Evita siempre los momentos de
más frío o de más calor en
pleno verano.
Usa un estiércol bien fermentado,
sin echar en exceso y mezclándolo bien
con la tierra para que no esté en contacto
tan directo con las raíces que podrían
quemarse.
No plantes demasiado apretado. Competirían
entre ellos por el espacio, el agua, los nutrientes
y a la larga, resultarían todos perjudicados.
Consulta las distancias recomendadas para los
Rosales pulsando aquí.
Conoce el suelo. Cuidado con lo
que hay abajo, una roca dura, rellenos de restos
de obras (escombros), etc.. Podría amarillear
por esto y crecer poco.
9.
Enfermedad del suelo
En
suelos cultivados por Rosales más de
10 años no se debe replantar con otro
Rosal. Las causas son: el agotamiento de microelementos,
hongos que persisten y toxinas segregadas por
el Rosal viejo. Para evitarlo, cambia la tierra
por otra.
10.
Agua de riego de mala calidad
¿Estás
regando con agua de un pozo? Cuidado, las aguas
de pozos pueden llevar sales que queman
las puntas de las hojas. Amarilleo y caida.
Las
aguas de pozos o de depuradoras también
pueden contener elementos tóxicos en exceso
como son el Sodio (Na), Cloro (Cl), Sulfatos (SO4),
Boro (B), metales pesados,... Lo ideal es hacer
un análisis del agua en laboratorio para
conocer cómo es el agua con la que se está
regando.
11. Daños
de raíces por hacer zanjas o por labrarDaños
en raíces
Recorta
limpiamente las heridas que se pudieran haber
hecho a las raíces y aplica un fungicida.
No labres la tierra con la azada profundizando;
ojo con las raíces superficiales.
12.
Contaminación del
suelo
Orines de perros y gatos, detergentes, aceites,
productos fitosanitarios,...en fin, mira a ver
si ha podido caer al suelo algún contaminante.
13. Carencias
de nutrientes
La
falta de uno o más de los 13 elementos
esenciales que necesita toda planta provocará
la aparición de síntomas en hojas.
Para evitar esto, abona todos los años
tus Rosales con un fertilizante equilibrado (N-P-K,
o sea, que incluye Nitrógeno, Fósforo
y Potasio).
La
deficiencia más común es la clorosis
férrica (falta de Hierro), que se manifiesta
por el amarilleo general de las hojas. Aunque
también ese color amarillo podría
ser por otros elementos como el Manganeso, el
Nitrógeno, etc..
Para
ver nutriente por nutriente pincha
aquí.
14.
Exceso de Nitrógeno
Abusar
del Nitrógeno puede
ser también muy perjudicial: quemaduras,
crecimiento exagerado, se forman plantas débiles
y tiernas y, por tanto, más propensas a
las plagas y enfermedades, al viento, a la lluvia,
al frío, etc..
15.
Poda La
poda evita el enmarañamiento
Poda
tus rosales en la época del año
adecuada. Es decir, al final del invierno si es
un clima con heladas y en pleno invierno si es
un clima más suave. El arbusto debe ser
abierto, no enmarañado, ni denso.
16.
Tratamientos fitosanitarios mal realizados
Daños por herbicidas
- Aplica la dosis indicada por el fabricante.
No lo hagas 'a ojo' para no pasarte y quemar
por sobredosificación.
- También puedes producir quemaduras si
tratas cuando hace mucho calor. Lo mejor
es al amanecer o al atardecer.
-
Ten especial cuidado de que los herbicidas
no caigan sobre el Rosal desplazado por el viento.
Y limpia muy bien la mochila para que no queden
residuos que pudieran afectar a otras plantas.
17.
Apelotonamiento
Este fenómeno consiste en que los capullos
se desarrollan pero no se abren los pétalos
y se ponen marrones. Por lo general es por
un exceso de humedad agravada por sombra. También
lo puede provocar el Pulgón.
18. Daños
por desbrozadora de hiloDesbrozadora
Cuidado
cuando elimines malas hierbas de la base de los
arbustos usando una desbrozadora de hilo. Si golpeas
los troncos los dañarás y la planta
morirá anillada.
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