Trastornos en cactus y crasas
Los Cactus y demás plantas Crasas, en general, son bastante resistentes a las plagas, enfermedades y trastornos, pero como todos los vegetales, pueden sufrir estos problemas.
La
salud de las Suculentas la vamos a estudiar en 3 apartados:
- Trastornos: son problemas por exceso de riego, heladas, quemaduras solares, etc..
- Plagas: las producen insectos, ácaros, caracoles y roedores.
-
Enfermedades:
en Crasas, únicamente los hongos. En otras
plantas, también por bacterias y virus.
Para prevenir todo tipo de problemas procura que las
plantas estén bien cultivadas y en su ubicación
correcta. Una planta debilitada por una carencia,
falta de agua, exceso o una mala exposición es
bastante más sensible a las plagas y a los hongos.
Veamos
los 12 trastornos más importantes que pueden
sufrir los Cactus y las demás Suculentas:
1.
Exceso de agua
Podredumbre
La causa más frecuente de muerte de las plantas
Crasas es el exceso de riego o de agua de lluvia.
Regar más de la cuenta provoca la asfixia de
las raíces. Además, los hongos que viven
en el suelo se activan y "rematan la faena"
pudriendo las raíces.
Las
recomendaciones son:
En invierno riega poco o nada.
Evita que el suelo se encharque o que las macetas
queden empapadas mucho tiempo (asegúrate que
no se obtura el agujero de drenaje).
Comprueba que en el jardín no haya tuberías
rotas o con pequeñas pérdidas que
saturen el suelo de agua.
Planta en suelos arenosos, sueltos, en lugar
de en los arcillosos y pesados.
Si el drenaje es malo, debes mejorarlo adicionando
arena de río, materia orgánica (turba,
mantillo, estiércol, etc.), creando pendientes,
plantando en montículos o instala tubos de drenaje.
2.
Falta de agua
Tanto el exceso
como el defecto de agua en suelo es malo, aunque la
sequía, como todos sabemos, la mayoría
de Crasas las resisten bien. Pero
una falta de agua demasiado prolongada puede provocar
su muerte, especialmente en pleno verano, si se
acompaña con una ola de calor y la planta es
pequeña.
3.
Exceso de sol
El
sol puede producir quemaduras irreversibles.
Ocurre
muchas veces que después de mantener los Cactus
o Crasas en casa durante el invierno, no se deben
sacar al sol de golpe. Hay que acostumbrarlos de
forma
progresiva. Unos diez días de contraste entre
sol y sombra serán suficientes para aclimatarlo.
Por otro lado,
hay bastantes especies de plantas Crasas que temen
el sol directo y necesitan una sombra parcial para
prosperar. Son pequeñas plantas que viven entre
las rocas o algunas que crecen en bosques secos al abrigo
de otros vegetales. Por ejemplo, Gasterias
y Haworthias, a la sombra tendrán
un aspecto más verde y atractivo.
Las
Crasas son más sensibles al exceso de sol cuando
son jóvenes que de adultas.
4. Falta
de luz
Ahilamiento
por falta de luz
La
falta de luz provoca en los Cactus y Crasas:
Color pálido.
Poca cantidad de espinas.
Tallos más
endebles y alargados, con tejidos tiernos más
fáciles de atacar por insectos y hongos.
Flores escasas
o que no lleguen ni siquiera a aparecer.
La
solución a este problema es sencillo, colocar
los ejemplares afectados en lugares con más luz.
Pero hay que hacerlo de forma paulatina, de lo contrario
se quemarían y el remedio sería peor que
la enfermedad.
5.
Frío
El frío intenso puede causar quemaduras a
numerosas plantas Crasas o matarlas si es suficientemente
intenso. Unas resisten más que otras, obviamente,
hablamos de miles de especies de orígenes diversos,
incluso hay Cactus que viven en las montañas
heladas.
Si
en tu zona las heladas invernales son fuertes, puedes
proteger las raíces acolchando la superficie
con una buena capa de paja o mantillo. Para proteger
los troncos y ramas, cubre con cortinas viejas,
plásticos con agujeros, hojas de periódico
sujetas con piedras o cualquier otra cubierta que atrape
el aire caliente..
Proporciona
protección invernal para las plantas jóvenes
y tiernas, que son más vulnerables. Introduce
dentro de casa las que así lo precisen.
6.
Granizo
Pedrisco
Es muy dañino en plantas de tejidos carnosos, como las que nos ocupan.
El
granizo producen marcas que afean la planta seriamente
y estas heridas constituyen puntos de entrada de
hongos, en particular, de Botritis (Botrytis
cinerea).
Se
recomienda que el día después de una granizada
se trate a todas las plantas afectadas con un fungicida
antibotritis para proteger las heridas de infecciones
de este hongo.
7.
Viento
En
los lugares cercanos al mar, el viento acarrea sales
que se depositan en hojas y tallos produciendo quemaduras.
Si es viento es frío, también 'quema'
a las plantas.
En
zonas ventosas es preciso crear cortavientos: setos,
vallas, láminas de brezo, etc..
8.
Mala plantación
Evita plantar Cactus y otras Suculentas en invierno
porque los daños en raíces y alteraciones
del cepellón pueden pudrirlo tras regar.
Cuidado con el estiércol poco fermentado o en
exceso en contacto con las raíces; hay riesgo
de 'quemar' la planta.
9.
Carencias de nutrientes minerales
Si ves alguna de
los siguientes síntomas en tus Cactus o Crasas,
puede ser porque estén faltando nutrientes
(Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Magnesio,
Hierro... hasta 13 en total):
- La planta se vuelve amarillenta o rojiza.
- Planta queda empequeñecida.
- El crecimiento es lento. Convendría trasplantar el ejemplar si está en maceta y a aportar fertilizantes si está plantado en tierra.
- Pocas flores.
-
Espinas de Cactus más finas y cortas.
En los suelos arenosos suele haber más deficiencias porque son más fácilmente lavados por su baja capacidad de retención de nutrientes minerales y por tanto, son más pobres que los suelos arcillosos.
Los Cactus y Crasas también se deben aplicar abonos regularmente, bien sea minerales (a ser posible de lenta liberación) u orgánicos (mantillo, estiércol, humus de lombriz, etc.). No abones en invierno, sino en primavera y verano.
10. Exceso de Nitrógeno
El exceso de Nitrógeno provoca quemaduras y plantas con tejidos más tiernos y débiles ante el sol, el frío, las plagas, los hongos, etc.
11. Agua de riego de mala calidad
¿Estás regando con agua de un pozo? Cuidado, hay aguas de pozo que son salinas y el riego continuado con ellas produce amarilleo y quemaduras en las plantas. Lo ideal es hacer un análisis del agua en laboratorio para conocer cómo es el agua con la que estás regando. Si fuera salina, mejora el drenaje para ir lavando en profundidad el exceso de sales con la lluvia y el riego.
12. Daños de raíces por labrar
No labres la tierra con la azada profundizando. Ojo con las raíces superficiales.
Recorta limpiamente las heridas hechas a raíces y aplica un fungicida.
13. Tratamientos fitosanitarios mal
Hay productos que provocan toxicidad en determinadas plantas. Si no tienes información, lo mejor es hacer una prueba en ejemplares menos valiosos antes de aplicar el producto a todos los demás.
- También puedes producir quemaduras si tratas cuando hace mucho calor. Lo mejor es al amanecer o al atardecer.
- Ten especial cuidado con los herbicidas. No deben caer sobre la planta arrastrados por el viento. Y limpia muy bien la mochila tras utilizar herbicidas para que no queden residuos que pudieran afectar a otras.
14. Contaminación del suelo
Orines de perros y gatos, detergentes, aceites, productos fitosanitarios,... Todas estas sustancias causan trastornos.
15. Cambio de maceta o trasplante
Si observas que en el trasplante el cepellón o las raíces han sido alteradas o rotas, espera unos 10 ó 15 días para regar la planta ya que los daños ocasionados a las raíces pueden provocar la destrucción de la planta por pudrición. Aunque sea urgente realizar el trasplante nunca se recomienda el invierno, sino en primavera o verano.
16. Fenómenos naturales
Hay veces que los trastornos son procesos normales en la vida de ciertas especies, por ejemplo:
- Los Lampranthus tienen una vida útil 3-4 años; luego se renuevan plantando esquejes en octubre.
- No florece por juvenilidad o porque no ha llegado a una edad determinada. Le ocurre a muchos Cactus columnares, incluso algunos hay que esperar más de 15 años.
- Los
ágaves mueren después de florecer.
Agave attenuata secándose tras la floración.