Riego
de las plantas del jardín:
30 consejos.
1.
Para aprender a
regar es necesaria mucha
observación y aprender
de los errores. Es la
labor clave en jardinería.
Aquí tienes muchos
consejos.
2.
No se debe regar con
calendario o por sistema.
Ejemplos: 2 veces por semana,
3 riegos al mes, etc.. La
frecuencia depende de muchos
factores que habrá
que ir viendo en cada caso.
A saber:
3.
A pleno sol siempre
hay que regar más que
en sombra.
4.
Si azotan vientos
secos deshidratantes, más
riego que si está la
planta protegida de ellos.
5.
Un suelo arenoso
es más seco que uno arcilloso
que tiene más capacidad
para retener agua. Piensa en
la arena de la playa como extremo
de suelo arenoso y su escasa
capacidad de retención:
riego más frecuente.
6.
Unos climas son más
lluviosos que otros.
7.
En maceta hay que
regar bastante más que
plantadas en el suelo.
8.
Un ejemplar grande
transpira más que uno
pequeño. O si tiene abundantes
hojas.
9.
Las especies originarias
de climas húmedos necesitan
más agua que las de climas
secos. Por ejemplo: las Hostas
quieren más riego que
un Geranio.
10.
En primavera y verano,
cuando están en plena
actividad, el consumo es mayor
que en invierno.
11.
Las especies recién
plantadas piden más
agua porque tienen un sistema
radicular poco desarrollado
aún. También los
esquejes y las recién
trasplantadas no les puede
faltar la humedad en tierra.
12.
Cuando una planta
está en floración
necesita un aporte extra de
agua.
13.
Por tanto, conoce
las necesidades de cada planta.
14.
Toca la tierra,
incluso escarbando un poco,
y comprueba qué humedad
presenta.
15.
Riega antes
que muestren los signos de
marchitamiento.
16.
La mejor agua es
la de lluvia (siempre que
no estés en una región
contaminada de humus y polución).
17.
La hora más
indicada para regar es
por la mañana temprano,
cuando más temprano,
mejor. Si no, al atardecer.
Un riego automático
con programador es la forma
más cómoda de
efectuarlo.
18.
Evita regar durante
las horas centrales del día,
cuando más calor hace.
Las razones son:
- Se pierde más agua por evaporación.
- El viento es mayor, con lo que hay más pérdidas por evaporación. Además, por la acción del viento, el riego es menos uniforme, es decir, que en unos sitios cae más agua que en otros.
-
Las
gotas sobre hojas o flores
en combinación con
el sol tiene riesgos de
que se produzcan daños
por 'efecto lupa',
originando pequeñas
quemaduras.
19.
El riego debe ser frecuente
desde que se planta hasta que
tiene unos 2 años.
Después de este periodo
la mayoría de especies
ya se habrán establecido
en la tierra y serán
capaces de mantenerse con menos
riegos o incluso con ninguno,
sólo con el agua de lluvia.
20.
Durante el primer
año desde la plantación,
el riego no debe descuidarse
porque todavía las raíces
no son profundas.
21.
Si quieres que
una planta crezca más
rápido, riega y abona
más. Por ejemplo:
una palmera que deseas que cuanto
antes desarrolle un tronco o
un seto que quieres que cierre
pronto.
22.
No mojes las flores porque
durarán menos.
23.
No mojes las hojas
por el ya mencionado riesgo
de quemaduras por 'efecto lupa'
con el sol; aparecen manchas
por cal con aguas duras y son
más proclives a la infección
por hongos.
24.
Menos aún
mojes las hojas que tengan vellosidad:
geranios zonales, petunias y
crasas como Kalanchoes, plantas
de interior como Saintpaulia,
Begonia rex, Cuerno de alce...
25.
Los riegos que des
con manguera o regadera,
dalos profundos, que cale hondo
el agua. Es mejor que estar
continuamente regando con pequeñas
cantidades. Además el
riego más espaciado favorece
que se desarrollen raíces
potentes hacia abajo.
26.
Si no lo tienes claro,
más vale no regar y cuando
veas las primeras señales
de marchitamiento, hazlo. Regla
general: mejor quedarse corto
con el agua que pasarse.
27.
Cuidado con las tierras
algo arcillosas que tardan en
secarse. Quizás tengas
que mejorar su drenaje.
28.
Evita siempre los encharcamientos
prolongados (varios días).
29.
EL
RIEGO
EXCESIVO
tiene varias consecuencias:
- Las raíces se asfixian y se pudren al faltarles el oxígeno. En estas condiciones hongos del suelo y "rematan la faena".
- Las raíces se desarrollen más superficialmente y por tanto, no profundizan buscando agua (para qué, si se la estamos dando nosotros). Este hecho (raíces superficiales) vuelve a los vegetales más sensibles en caso de sequía.
- Arrastra nutrientes minerales en profundidad que se pierden del alcance de las raíces. El riego excesivo lava o lixivia nitrógeno, potasio, micronutrientes...
- Salen más malas hierbas para aprovechar la abundancia de agua.
- Estamos
desperdiciando un bien escaso
como es el agua.