Fertilizante, Nitratos, Urea… Consejos sobre fertilización
- Las plantas mientras crecen es cuando más agua y más alimento necesitan.
- A la hora de aplicar un fertilizante una aplicación tardía puede provocar un crecimiento débil y que la planta se vea perjudicada por las primeras heladas.
- Es
necesario conocer
más o menos
la composición
del suelo
para echar abonos
ricos en fósforo,
más potasio,
más nitrógeno,
etc. Todo lo que
sepas sobre tu
suelo, mejor.
- Los abonos de origen orgánico (estiércol, turba, compost, etc.) son lentos porque antes los nutrientes, por ejemplo, Nitrógeno, se tienen que ir liberando a medida que los microorganismos los descomponen para ponerlos a disposición de las raíces. Como mejor actúan los microorganismos es en suelos calientes, pH neutro o alcalino, con humedad y muy aireados. Ahí la descomposición es más veloz.
- Los fertilizantes químicos generalmente son de acción rápida y estimulan el crecimiento y vigor de las plantas cuando se aplican.
- Los
fertilizantes
de lenta liberación
se comercializan
como abonos granulados,
barritas y pastillas.
Se trata de abonos
que, como su nombre
indica, sueltan
los elementos
fertilizantes
que contienen
(Nitrógeno,
Fósforo,
Potasio, Magnesio...)
poco a poco, a
lo largo de al
menos 3 meses.
- Los abonos líquidos se mezclan con el agua de riego. Generalmente se administra cada 15 días durante los meses de mayor actividad de las plantas (primavera y verano).
- Cuando quieras efectos rápidos utiliza abonos químicos disueltos en el agua de riego. Los fertilizantes líquidos son muy apropiados para las plantas en macetas.
- Es
siempre preferible
quedarse corto
con el abonado
que no pasarse,
igual que ocurre
con el riego;
siempre habrá
tiempo para ir
incorporando más.
- La fertilización en contenedores es delicada porque si te pasas se "quema" la planta.
- De
tanto regar también
se va empobreciendo
el sustrato al
lavar los nutrientes
por el desagüe.