Comprar
plantas sanas
-
Analiza detenidamente
sus hojas y tallos
para asegurarte
de que no tienen plagas
ni enfermedades: hojas
manchadas, agujeros
en las hojas,... La
compra de una planta
enferma contagiará
al resto de tus plantas.
- Rechaza aquellas cuyas raíces salgan por los agujeros de drenaje de las macetas; es indicio de que llevan demasiado tiempo esperando un trasplante; lo mismo cabría decir de aquellas que formen ligeras raíces en la superficie de la tierra.
- La planta tiene que estar perfectamente enraizada. Comprueba que la planta esté bien estabilizada dando un leve tirón del tallo; no debe salir con facilidad. Ejemplo: árboles que han sacado de la tierra y los han enmacetado y quieren venderlos antes de tiempo, antes de que haya enraízado bien en el contenedor.
- Rechaza también aquellas que presenten un desarrollo desigual en sus lados.
- En invierno no es una buena época para comprar plantas de interior porque las viviendas tienen calefacción, aire seco y menos luminosidad, unas condiciones muy diferentes a las que tienen en un vivero o centro de jardinería. El cambio las puede matar.
- Inspecciona las hojas y tallos para certificar que no tiene insectos o manchas sospechosas.
- Saca de la maceta el cepellón para mirar las raíces. No se debería deshacer dicho cepellón al sacarlo porque sería señal de mal enraizamiento.
- Las raíces deben ser abundantes, de color claro, lo que indica buena salud y crecimiento, y no negruzcas, que indica podredumbre.
- Tampoco debe tener raíces en exceso congestionadas porque indicaría que lleva demasiado tiempo ahí sin cambiar a un contenedor mayor.
- Evita comprarla si asoman raíces por la parte inferior de la maceta.
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Si se trata de
plantas de
flor, elige
aquellas que presenten
muchos capullos
sin abrir.