Reproducción con semillas de cactus y crasas
La multiplicación de las Plantas Crasas (entre las que se incluyen los Cactus) es una forma fácil y barata de ampliar tu colección.
Los
posibles métodos son:
Semillas
Esquejes
División de mata
Hijuelos
Injerto
En este artículo vamos a ver el primero de ellos:
POR SEMILLA.
La
multiplicación de cactus y otras Suculentas mediante
semillas es algo apasionante. Requiere paciencia, pero
es muy bonito.
Hay
que tener claro que cuando se multiplica un vegetal
por semillas el resultado no es una planta idéntica
a sus padres, se parecerá, pero puede que
no conserve las buenas características de ellos.
Sin embargo, por esquejes, sale un individuo exacto
a la planta madre, es un clon.
La
utilidad de hacerlo por semilla es que hay especies
que sólo se pueden reproducir por este método.
También se usa para conseguir híbridos,
es decir, cruzar dos especies distintas para obtener
una nueva, el híbrido.
Hibrido
de Gymnocalycium
El
producir híbridos de cactus es para lograr
una mayor, más temprana y duradera floración,
así como alcanzar una coloración y tamaño
de la flor lo más atrayentes posibles. Los viveristas
productores buscan nuevos híbridos más
atractivos para el mercado.
Para
hibridar se recurre a la polinización manual
en lugar de por insectos o por viento. Se usa un
pincel pequeño. Hay que limpiarlo en cada cambio
de especie a polinizar. La mejor hora para realizar
la polinización es a mediodía, que es
cuando las plantas producen más polen. Aunque
en las especies de floración nocturna se tiene
que hacer a primeras horas de la mañana. De los
frutos obtenidos, al madurar, se sacan las semillas.
1. ¿Cómo conseguir las semillas?
Son
muy frecuentes los fracasos en la siembra por usar semillas
que no fueron fertilizadas en su momento en el proceso
natural, porque eran viejas o porque han estado mal
conservadas.
Las
semillas de cactus por lo general tienen una buena viabilidad
durante un año, y pueden seguir germinando durante
2 ó 3 años más, pero con un porcentaje
de éxito cada vez menor.
Para
conseguir semillas tienes varias opciones:
- Utilizar semillas de cosecha propia. Debes esperar a que los frutos estén completamente maduros (lo sabrás si se desprenden fácilmente), si no, las semillas no están bien maduras. Déjalos secar en un lugar seco y no demasiado caluroso y desmenuza los frutos para sacar las semillas. Si contienen pulpa es muy importante quitarla y pasar las semillas varias veces por agua; si quedan restos de pulpa serán focos de hongos. Guarda las semillas en un sobre de papel, con el nombre de la especie y la fecha de recolección. Un buen sitio donde resguardarlas hasta el momento de la siembra es en la nevera, en el apartado de las frutas y verduras, ya que la temperatura suele ser menos fría.
- Otra opción para conseguir semillas es pedirlas o intercambiar con un amigo, en asociaciones, clubes, etc.
- Comprarlas
en un sitio de confianza que no lleven demasiado
tiempo cosechadas. Los sobres de semillas de cactus
que venden en las floristerías fallan bastante.
2. Epoca de siembra
La mejor época para sembrar típica y normal es primavera, también el verano. Por lo tanto hay que conservar las semillas hasta ese momento (en la nevera, apartado de verduras). En otoño e invierno también se pueden hacer siembras, pero a condición de disponer de calefacción y, eventualmente, de luz artificial para cuando germinen. Un sistema de calefacción es el de los semilleros eléctricos.
La temperatura requerida para la germinación de los cactus y las otras plantas suculentas varía con las especies y oscila entre 21 y 30ª C. Temperaturas más bajas o más altas hacen que no salga nada. Por ejemplo, los grusonii necesitan mucho calor para germinar, alrededor de 30º.
Una posibilidad es sembrar escalonadamente, con una semana, diez días de diferencia, etc., en lugar de todo junto, ya que así hay mas posibilidades de que al menos una parte encuentre buenas condiciones de germinación-nascencia.
3. Sustratos
Es
fundamental que sea poroso y con un buen drenaje, de
lo contrario las raices se pudrirían.
Venden
mezclas ya preparadas para Cactáceas y Crasas
en general, pero también la puedes hacerla tú
perfectamente. Una buena mezcla sería:
- 50% de mantillo muy hecho, pasado con una malla de 2-3mm para separar lo grueso y evitando así la presencia de grandes restos orgánicos que pueden causar problemas a las plantulas.
- 40% de arena de río lavada.
-
10% parte de turba rubia,
si no tienes o no la encuentras, usa turba negra.
Mézclalo
todo bien para que quede homogéneo.
Hay
gente que esteriliza estos materiales y otras
que no y le va estupendamente. Lo aconsejable es hacerlo
para disminuir los riesgos de infección por hongos,
pero ya digo que no es indispensable ni mucho menos.
El
sustrato ya preparado se puede esterilizar metiéndolo
en el microondas o en un horno común. La arena,
con agua hirviendo, también vale.
4. Recipientes
Una tarrina o potes de plástico. Al ser
recipientes pequeños se minimizan las perdidas
en caso de ataque de hongos. Por ejemplo, macetas de
plástico de 7 cm de diámetro son ideales.
Sobre las macetas o recipientes de plástico se
pone una tapa transparente o una bolsa cerrada de plástico.
Semillero
eléctrico
Cajas de propagación o "mini-invernaderos".
Poseen una cubierta de cristal o de plástico
y muchos están dotadas de calefacción
de fondo mediante cables que se enchufan a la red eléctrica.
Esto permite tener temperatura para hacer siembras en
otoño e invierno.
Bandejas de alveolos, etc.
Es
fundamental que el contenedor este perforado en el fondo
para que salga el exceso de agua.
5. Proceso de siembra
1.
Llena el recipiente con la mezcla hasta 1 cm del borde.
2.
Para un drenaje perfecto y para que no se vuelque
con el peso, pon el fondo piedritas y rellena los intersticios
con arena gruesa. En lugar de piedrecitas puedes usar
puzolana, también llamada grava volcánica.
3.
Mete el recipiente en otro con agua para que absorba
el agua por el agujero de drenaje y suba hasta la
superficie por capilaridad. Una vez que llega ahí,
retira el recipiente. Al drenar puede hacer que el nivel
del sustrato baje; entonces echa más mezcla y
repite la operación de riego por capilaridad.
Ya está listo para sembrar.
4.
Esparce las semillas lo mas uniformemente posible. Para
semillas muy pequeñas como las de cactus, de
Kalanchoes, de ciertas Crasuláceas, etc., usa
una cucharilla o un papel doblado y puestas en la doblez
y dale golpecitos.
5.
Cúbrelas con una fina capa de arena de 2-3 milímetros
de arena o bien, con una pequeña espátula,
presiona para hundirlas ligeramente en el sustrato húmedo.
6.
Cubre con una tapa de plástico o con un plástico
transparente. Esto ayuda a mantener la humedad del
sustrato y no tener que estar regando (rociando) con
tanta frecuencia. Además, permite una temperatura
homogénea, cálida y evita las corrientes
de aire. Al tener una cubierta (tapa) transparente controlas
la germinación sin necesidad de abrir.
7.
Riega para mantenerlo húmedo, pero sin exceso.
El método en esta fase de germinación
puede ser por capilaridad, o sea, poniendo los tiestos
en un plato o bandeja llena de agua y esperar que la
tierra vaya absorbiéndola por los agujeros de
drenaje, dándose por finalizado el riego en el
momento en que se observe humedad en la superficie de
la tierra. Otro sistema válido es regar pausadamente
la tierra con la ayuda de un pulverizador.
8.
Más o menos al mes después de germinar,
practica unos agujeros en las tapas o en el plástico
para prevenir la aparición de hongos.
9.
Conviene ir abriendo progresivamente el semillero, 15
minutos al día durante una semana, por ejemplo,
aumentando progresivamente los tiempos.
10.
Cada 15 días diluye un fungicida en el
riego para no tener problemas de hongos.
11.
El riego debe ser frecuente porque las raíces
son frágiles y si se seca quizás no se
recupere. El enrojecimiento de las plántulas
suele ser señal de falta de agua así como
que las plántulas empiecen a perder tamaño.
Pero sin pasarse con el agua.
12.
Viene bien algo de abono cada 15 días.
Venden abonos especialmente formulados para cactus y
demás Suculentas. Aporta la mitad de la dosis
recomendada por el fabricante.
13. Es importante que durante este período los
pequeños cactus o Crasas no reciban luz solar
directa ya que aumentaría el riesgo de deshidratación.
Una sombra parcial en un invernadero o colocados cerca
de una ventana en la que solo de el sol por la mañana
o cualquier otra ventana si ponemos un pequeño
parasol será lo mejor.
14.
Finalmente, cuando veas que ya están fuertes
y no corren peligro, quita completamente la cubierta
y deja las plantitas al aire.
15. Trasplante
El
transplante a macetas individuales hay que hacerlo cuando
las plantulas están bastante desarrolladas y
no corren riesgos. Pueden ser meses, 1 año...
depende de la especie. O incluso quedarse ahí
sin trasplantar durante años debido al lentísimo
crecimiento o la poca talla de las plantas.
El
trasplante es un momento bastante delicado porque las
plantas sufren un estrés importante.