Riego
de arbustos
La frecuencia con la que hay que regar los arbustos
depende de muchos factores:
Si es un lugar donde llueve mucho, será
necesario menos riego.
Si es un clima caluroso o frío.
Si está azotada la planta por los vientos
se secarán antes que en una situación
más resguardada.
Si está a pleno sol o a la sombra. Al
sol consume más agua.
Si el suelo es arenoso o arcilloso. Los arenosos
retienen menos agua y por tanto hay que regar más
que en un suelo arcilloso.
En primavera y verano las plantas consumen más
agua que en otoño e invierno (en general).
En invierno un arbusto de hoja caduca está
desprovisto de hojas y no necesita riego.
Hay especies que necesitan más agua que
otras. Por ejemplo, las Hortensias consumen mucho, mientras
que el Romero precisa menos.
Si el arbusto es de tamaño grande, necesitará
más agua que si es pequeño puesto que
tiene más hojas que alimentar.
Un arbusto en plena floración consume
más agua.
Por tanto, vemos que influyen bastantes circunstancias
a la hora de regar y es imposible dar recetas universales.
La única manera es experimentando. Ve probando
con qué cantidad de agua crecen y florecen mejor
tus plantas en las condiciones concretas de tu jardín.
El primer año
después de plantación es casi imprescindible
regar. El sistema radicular es aún muy pequeño
y, por tanto, con poca capacidad de absorber agua. Una
vez pasado el primer o segundo año, ya se habrá
establecido en ese lugar y probablemente podrá
sobrevivir con poco o incluso sin riego, dependerá
del clima, pero para tener plantas lustrosas y floreciendo
en abundancia, generalmente requerirá aportes
regulares de agua.
Si
quisieras tener un jardín con pocas necesidades
de agua, consulta los artículos publicados
en INFOJARDIN sobre Xerojardinería,
jardines eficientes en el uso del agua:
- Diseño del xerojardín
- El suelo en Xerojardinería
- Selección de las especies vegetales adecuadas
- El césped en Xerojardinería
- Alternativas al césped para cubrir el terreno
- Acolchado o mulching
- El riego
- Otros consejos para ahorrar agua
Riego de Arbustos plantados en la tierra del jardín
Laurel
plantado en el jardín
A
continuación tienes una serie de consejos de
riego tanto para arbustos plantados en el suelo
como en maceta (al final de esta página).
1.
Siempre es mejor quedarse corto que
pasarse.
2.
Evita malgastar el agua porque es
un bien escaso.
3.
El exceso de riego es quizás
la principal causa de muerte de las plantas porque se
pudren las raíces.
4.
El exceso de agua empobrece al
suelo al arrastrar nutrientes minerales en profundidad,
perdiéndose al alcance de las raíces.
5.
El agua abundante provoca que salgan
más malas hierbas.
6.
El regar demasiado hace que la planta
desarrolle unas raíces muy superficiales,
puesto que no tiene necesidad de buscar el agua en profundidad.
Esto es malo en el sentido de que la planta es más
débil si le falta el riego, se hace más
dependiente de él. Por ejemplo, en caso de sequía,
o si se suspende el riego por la razón que fuera
durante una temporada, la planta sufrirá más
y puede morir. El riego por goteo tiene este inconveniente,
que forma plantas con raíces más someras.
7.
Durante el primer año desde
la plantación el riego no debe descuidarse
porque todavía las raíces son poco profundas.
8.
En invierno, un arbusto de hoja
caduca estará pelado de hojas y no necesitará
ningún aporte de riego. Si está en maceta
se debe regar algo para que no se resequen las raíces,
pero muy poco.
9.
Es mucho mejor regar por la mañana
temprano o al atardecer. No lo hagas durante las
horas de mayor calor del día.
10.
No mojes ni flores ni hojas
puesto que favorecerías las enfermedades por
hongos. Aplica el riego al pie de la planta, con manguera,
regadera o riego por goteo.
11.
Los riegos que des con manguera o
regadera, dalos profundos, que cale hondo el
agua. Es mejor que estar continuamente regando con pequeñas
cantidades. Además el riego espaciado favorece
que se desarrollen potentes raíces en profundidad
como comentaba más arriba.
Riego de Arbustos plantados en
macetas
1.
Error
frecuentísimo en el cultivo de plantas en maceta
es el exceso de riego que pudre las raíces.
No es lo mismo una tierra húmeda que empapada.
2.
El
síntoma más típico de exceso de
agua es que las hojas se vuelven amarillas y
luego caen.
3.
El
método más típico para comprobar
el grado de humedad del substrato es meter el dedo
y notar si está seco o húmedo. Cógele
el truco a esta técnica.
4.
Cuidado
porque a veces la capa superior de tierra de la maceta
puede estar seca mientras que el fondo contener
agua estancada y más riegos serían perjudiciales.
5.
En
el mercado existen unos instrumentos medidores de
humedad que se clavan en la maceta y ayudan bastante,
como mínimo orientan.
6.
No
hay "recetas" universales en cuando al riego,
ya que depende de las condiciones particulares de cada
planta y lugar.
7.
La
falta de agua también es fatal, aunque siempre
es mejor quedarse corto que pasarse.
8.
Más
riego si está al sol y más también
si le da viento secante. Con viento caliente en
verano, riega prácticamente a diario las macetas
y jardineras.
9.
Si
tienes macetas de barro, recuerda que las paredes
son porosas y pierden agua por transpiración.
10.
Las
macetas de plásticos o cerámicas
retienen el agua durante más tiempo por lo que
deben regarse con menos frecuencia.
11.
Riega
por la mañana temprano o al atardecer, no con
el sol en todo lo alto.
12.
Si
puedes, instala en la terraza un sistema de riego
por goteo automatizado. En verano, cuando se riega
casi a diario, te darás cuenta de lo cómodo
que resulta.
13.
También
existen jardineras de autorriego con un depósito
que suministra el agua según vaya necesitándolo.
14.
Para
intentar recuperar una planta excesivamente regada,
saca con cuidado el cepellón del tiesto y envuélvelo
en varias capas de papel de cocina absorbente. Déjalo
todo así durante 24 horas. Si se empapan las
hojas, ponle otras nuevas. Vuelve después a meter
la planta en la maceta y no la riegues durante varios
días.
15.
Verifica
que la maceta drena bien, que sale el agua por los
agujeros inferiores cuando riegas.
16.
Es fundamental que drenen bien los orificios inferiores.
Cúbrelos por dentro con trozos de cerámica
de tiestos rotos mejor que grava y no se taponarán.
17.
Si se te muere alguna, fíjate en primer lugar
cómo estás regando y comprueba si el recipiente
tiene obstruido el orificio en la parte inferior por
donde sale el agua sobrante.
18.
Si
pones un plato debajo de la maceta para que recoja
el agua sobrante del riego o un cubremacetas, vacíalo
al poco rato (por ejemplo, 30 minutos) ya que el agua
estancada puede pudrir las raíces de la planta.
19.
No mojes las flores porque durarían menos.
20.
El riego continuado de las macetas va lavando los nutrientes
minerales que toman las plantas (Nitrógeno,
Potasio, etc.). Esto supone un empobrecimiento del sustrato,
además de los posibles encharcamientos.